La creación de una nueva vicepresidencia en la Diputación de Alicante -la sexta de las hasta diez que puede nombrar el presidente de la institución, que ha realizado vía decreto varios movimientos recientemente- es desde ayer una realidad. El diputado provincial Javier Sendra, responsable del área de Medio Ambiente y a su vez alcalde de Planes, participó ayer en su primera Junta de Gobierno, celebrada en la localidad de Villena, al haber entrado en vigor su calidad de vicepresidente el pasado lunes, según fuentes oficiales del Palacio Provincial. Aunque no todos los componentes de este órgano directivo son vicepresidentes, sí que todos los vicepresidentes deben formar parte de él.

El ambiente entre los vicepresidentes está caldeado por las rencillas internas y la tensión no pasa desapercibida para el máximo responsable de la Diputación, que sabe que hay un grupo de diputados que han tenido desencuentros con su portavoz y vicepresidente cuarto, Carlos Castillo. Sánchez acaba de quitarle a Castillo las competencias en fondos europeos para dárselas a Sendra, mientras que, por otro lado, le coloca en la primera fila de batalla con temas de calado para la institución.

Entre Castillo y el diputado de Hacienda, Alejandro Morant, se han vivido momentos de tensión, especialmente por el desacuerdo de Morant en otorgar altas subvenciones a grandes ciudades como Alicante o Elche, al considerar que las ayudas deben centrarse en los pueblos más pequeños. La frialdad también ha hecho mella en alguna ocasión en la relación entre Castillo y el vicepresidente quinto, Adrián Ballester.