Corría el 10 de mayo de 2015. En plena carrera hacia las elecciones municipales y autonómicas que se iban a celebrar solo dos semanas después, el entonces candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, visita Benidorm y lanza una promesa de calado ante la plana mayor del empresariado turístico. Si gana los comicios, el PSPV creará de nuevo una Conselleria de Turismo e instalará su sede el Invat·tur de Benidorm, un moderno edificio situado en las afueras de la localidad y que se encuentra infrautilizado.
24 de mayo de 2015. A última hora del día finaliza el escrutinio de los votos y, por fin para la izquierda, las sumas dan. Un posible acuerdo a tres bandas entre el PSPV, Compromís y Podemos permitiría desbancar al PP de la Generalitat 20 años después y aupar a la Presidencia a un dirigente progresista. Tras muchas tiras y afloja, falta de diálogo entre el propio Puig y la lideresa de Compromís, Mónica Oltra, y una amenaza real de falta de acuerdo, el Pacte del Botànic desbloquea la situación. Los socialistas y la coalición integrada por el Bloc, Iniciativa y Els Verds formarían gobierno. Podemos, por su lado, solo brindaría apoyo desde fuera.
Desde entonces ya ha pasado más de un año largo. Y poco o nada se sabe de aquella promesa preelectoral de Ximo Puig. Esta semana, con todo, se han confirmado los peores presagios. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, terminó por enterrar en las Cortes cualquier atisbo de duda... si es que quedaba alguna. En una respuesta al diputado del PP Fernando Pastor, la también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas se mostró tajante: Turismo no dispondrá de una cartera propia y, por tanto, Benidorm no acogerá ninguna sede. «Si quieren tener consellerias me temo que van a necesitar un gobierno, porque eso compete al gobierno, no al parlamento», zanjó Oltra en la Cámara autonómica ante la pregunta de Pastor.
Sin embargo, los tres socios del Pacte del Botànic no opinan igual. El pasado mes de septiembre, durante el debate de política general, las Cortes aprobaron una resolución impulsada por el PP para crear esa Conselleria de Turismo e implantarla en Benidorm. Se postularon a favor los propios parlamentarios populares, Ciudadanos (C's) y Podemos, mientras que el PSPV y Compromís, por su lado, se posicionaron en contra.
De esta forma, las políticas turísticas de la Comunidad se continuarán pilotando desde un área ligada a Presidencia. Cuando Puig tomó posesión y organizó su gobierno, decidió que la Agencia Valenciana de Turismo, asignada hasta ese momento a la Conselleria de Industria y Turismo, pasara a formar parte de su área. Y nombró a Francesc Colomer, hasta entonces presidente de las Cortes y natural de Castellón, para hacerse cargo de ella.
Esa decisión, unida a la promesa incumplida de dotar a Turismo de una cartera propia y asentarla en Benidorm, provocó un hondo malestar en el sector. Y ahora, Oltra ha terminado por confirmar lo que era un secreto a voces: no habrá Conselleria de Turismo y Benidorm no acogerá, por ende, su sede.
Reunión con el Gobierno
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, remitió este pasado viernes una felicitación a la nueva secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián, y le pidió una reunión para abordar cuestiones «fundamentales para el sector turístico de la Comunidad». Entre los asuntos a tratar figuran el aumento del presupuesto para la promoción turística, la elaboración de una legislación «adecuada» al peso de la industria turística o la nueva economía colaborativa.
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