Los presupuestos de la Generalitat para 2017 cumplirán con una de las reivindicaciones históricas de los municipios de la Comunidad: la creación de un fondo de cooperación local al que se comprometió el Consell hace 17 años, bajo la presidencia de Eduardo Zaplana, pero que sin embargo se ha incumplido de forma sistemática desde entonces. La intención del gobierno de izquierdas, en los primeros presupuestos claramente al alza de este mandato, es que esa partida pueda contar con alrededor de 40 millones, de los que aproximadamente la mitad podrían ser asumidos por las diputaciones, de acuerdo con la propuesta que ya puso hace unos días encima de la mesa el propio gobierno, que mañana viernes tiene previsto a través del conseller Vicent Soler entregar al presidente de las Cortes, Enric Morera, el documento informático con todas las partidas. Un presupuesto con un incremento que podría llegar al 3% y acercarse a los 18.000 millones.

Ese fondo de cooperación local fue el principal acuerdo de la asamblea que la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) celebró en el año 1999 en Castellón. Durante sus dos décadas de mandato en la Generalitat, los gobiernos del PP garantizaron en varias ocasiones que lo reflejarían en el presupuesto, una promesa que nunca se llegó a cumplir. Ahora esa dotación sí encontrará acomodo en las partidas de Presidencia, como impulso directo del titular del Consell, Ximo Puig. La intención de la Generalitat es que la mitad de esa cantidad, al menos, la asuman las diputaciones, en el marco de los decretos de coordinación entre las dos administraciones. Esa propuesta no se incluirá en el documento de los presupuestos y, por tanto, la Generalitat la tendrá que desplegar con posterioridad. La resolución puede acabar abriendo otro nuevo frente entre el Consell y, especialmente, la Diputación de Alicante, la principal institución que le queda al Partido Popular y muy crítica con la gestión del bipartito autonómico.

Junto al fondo de cooperación municipal que elevará el presupuesto de Presidencia en un 20%, las cuentas del Consell para 2017 primarán, de cumplirse con las previsiones, los departamentos de la vicepresidenta Oltra, que podría registrar un incremento de algo más del 7%; y del conseller de Economía, Rafa Climent, cuyas partidas podrían llegar a subir alrededor de un 9%. Así que, de esta manera, dos de las consellerias más beneficiadas por el aumento de los presupuestos estarán en manos de Compromís. El titular de Hacienda, Vicent Soler, continúa negociando con Podemos para sumar a los de Antonio Montiel al acuerdo una vez que se inicie el largo trámite en las Cortes.

El Consell financiará todo ese incremento presupuestario «pintando» un ingreso de 1.325 millones -la cantidad que le correspondería con un nuevo modelo de reparto de los fondos del Estado- que, en la práctica, no está garantizado. Cantidad que, por tanto, tendrá que ser cubierta con inyecciónes del rescate, que en 2017 generará una carga extra en intereses de 140 millones. Para el presidente Puig, las finanzas públicas «deben ser sostenibles», y «no puede pasar lo que hizo el PP: dejar 43.000 millones de deuda, lo que dificulta toda la gestión».