Cuarenta y ocho horas después de que el presidente Ximo Puig tomara la trascendente decisión de respaldar la abstención en la investidura de Rajoy, la dirección nacional del PP aterrizó en la Comunidad para dejar claro que recuperar la Generalitat en 2019 es un objetivo «prioritario». Tanto que no caben paños calientes hacia quien la preside aunque con su posición haya colaborado a que los populares sigan en la Moncloa: «Su labor como presidente de la Generalitat es decepcionante». Fue la frase con la que el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, «agradeció» la abstención que está por venir de los diputados socialistas en el Congreso.

Casado, que ayer se trasladó a Valencia para asistir al consejo de dirección del PPCV, no quiso opinar directamente sobre la decisión de Puig al entender que eran cuestiones internas de partido, pero sí se explayó a la hora de evaluar la gestión del bipartito. Para Casado el nuevo Ejecutivo carece de proyecto y «no sabe gestionar». Preguntado sobre sí el futuro Gobierno de Rajoy tendrá algún gesto hacia el Consell, responsabilizó al Ejecutivo de los encontronazos con Madrid en asuntos tales como la reapertura de RTVV o la gestión en sanidad o la dependencia: «Se han dado de bruces con la realidad porque no saben gestionar», indicó, al tiempo que afeó al Ejecutivo que no haya cumplido sus promesas y además, se haya endeudado. Además, denunció el «radicalismo de partidos que, como en la alcaldía de Valencia o la Generalitat, están en debates identitarios y de ideologías trasnochadas que no han creado prosperidad».