Golpe directo a la línea de flotación de l'Acord del Botànic. La decisión de facilitar un gobierno del PP causó ayer un hondo malestar en la dirección de Podemos en la Comunidad Valenciana. Su secretario general, Antonio Montiel, se mostró muy duro con Ximo Puig y admitió que su pacto para aupar al PSPV a la Generalitat se resquebraja. «La decisión de hoy (por ayer) nos obliga a pensar cómo vamos a hacer que el acuerdo del Botànic pueda seguir funcionando con unos socios tan poco consistentes», sentenció, a preguntas de este diario.

Montiel anunció además que convocará de urgencia a la dirección autonómica de su partido para determinar «la postura que se adopta» e insistió en que su confianza en el jefe del Consell ya no es la que era. «El margen de confianza que ofrecía Puig se estrecha. Ha dilapidado parte de ese capital con su comportamiento de hoy», continuó el también síndic parlamentario de Podemos.

Pese a la «tristeza» que aseguró sentir ayer Montiel, el líder de la formación morada dejó claro que su partido no maniobrará «nunca» de tal forma que el PP pueda retornar al poder en las instituciones. Ahora bien, advirtió a Puig de que a partir de ahora cualquier acuerdo con él «va a exigir más garantías».

Más moderado se postuló el síndic en las Cortes de Compromís, el otro socio del Botànic. Fran Ferri subrayó que la decisión del PSOE «es una mala noticia» y recordó que su partido confiaba en un acuerdo de izquierdas: «Desde Compromís hemos trabajado desde las elecciones de diciembre por un gobierno del cambio porque creemos que el PP es muy nocivo para los intereses valencianos».

Por su lado, el portavoz del PSPV en las Cortes y miembro del comité federal, Manuel Mata -ayer votó que no a Rajoy-, se mostró seguro de que la decisión que se adoptó en Ferraz no afectará «en nada» a l'Acord del Botànic. «Proponemos las mejores cosas e intentamos llegar a acuerdos. No hay otra alternativa de izquierdas en la Comunidad», apuntó de regreso de la capital.