La reforma de la ley de designación de senadores autonómicos auspiciada por Podemos, que el pleno de las Cortes aprobó ayer, permite sobre el papel que la cámara autonómica pueda revocar la designación de un senador elegido por el legislativo, pero en la práctica será muy complicado.

La reforma de la ley, impulsada a raíz del escándalo en el que se vio inmersa la senadora Rita Barberá, que ocupa el cargo por designación de las Cortes a propuesta del PP, sale adelante con los votos de PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos y el rechazo de los populares, que apuntan que el Gobierno la recurrirá por inconstitucional.

Pero el debate de ayer en las Cortes destapa una discrepancia importante entre dos socios del Consell del Botànic, el PSPV y Podemos. La ley sale adelante por lealtad al pacto, pero el síndic del PSPV, Manolo Mata, fue tan crítico con la ley de Podemos, que acabó aplaudido por Isabel Bonig y la bancada popular. Lo que hizo Mata fue una contundente defensa de todo lo contrario que finalmente aprobó su partido.

El portavoz socialista llegó a recordarle a Montiel que ya no está en una manifestación, sino forma parte de una cámara legislativa y le reprochó que la reforma se haga pensando exclusivamente en una persona: Rita Barberá. Mata vino a decirle a Montiel que no se puede legislar de ese modo porque esa ley, que el PSPV también cree que es inconstitucional, acabará revolviéndose contra el resto de senadores. Incluso en el fragor del debate el socialista reprochó que con una abstención de Podemos hoy habría en España un presidente de gobierno socialista. Pero el portavoz de Podemos replica que el tiempo político ha cambiado en España desde el movimiento 15-M y que la misma cámara que designa a los senadores puede revocarlos si ésta pierde la confianza por actuaciones lesivas para los intereses de la Comunitat Valenciana o que provocan el desprestigio de sus instituciones, como Podemos cree que ha ocurrido con Barberá.

El diputado del PP Alfredo Castelló, que ayer intervino varias veces en las Cortes justo tras conocerse la redada en el Ayuntamiento de Sagunt y difundirse que se investiga su gestión, aseguró que los letrados de la cámara ya han dejado claro que no puede revocarse a los senadores porque están en el ejercicio de un derecho fundamental.

«Un tribunal ideológico»

También lo cree el PSPV, que jamás iniciará un proceso de revocación porque es el pueblo quien decide sobre los senadores, «no un tribunal ideológico y político», según Mata. Con todo, la reforma aprobada es tan garantista que la cámara podrá iniciar el proceso de revocación, pero es prácticamente imposible que pueda acabarlo.

Así, la norma que impulsó Podemos queda finalmente descafeinada. El grupo que lidera Antonio Montiel planteaba que la mayoría absoluta de las Cortes pudiera revocar la condición de senador, en casos como el de Barberá, investigada por el Supremo, pero finalmente será por mayoría reforzada de dos tercios y cuando lo soliciten al menos dos grupos. Además, siempre que al menos un diputado del grupo que eligió al senador no apoye su revocación ésta no podrá producirse. Montiel destacó ayer que esta iniciativa es pionera en España, tiene cobertura constitucional y aspira a recoger una demanda social de mayor responsabilidad de los políticos. La ley incluye también la obligatoriedad del senador territorial de comparecer ante la Cámara cuando sea llamado por ésta, a fin de evitar situaciones como la ocurrida en febrero, cuando la senadora Barberá se negó a acudir para dar explicaciones sobre Taula.

Por su parte, la diputada de Compromís Mireia Molla remarcó que ha llegado el momento de que tome sentido el concepto de asunción de responsabilidades políticas y manifestó que la sociedad ya va más rápida que la Constitución y eso es bueno, subrayó.