Elegido por la mínima, con el «aparato» del partido en contra y rompiendo los pronósticos. ¿Ha asumido ya su victoria? ¿Qué sensaciones tiene?

Como demuestra el resultado, fue una asamblea ajustada en cuanto a la elección de las candidaturas, pero no así en el documento político, en el que hubo más consenso. Llevábamos varias semanas trabajando con diferentes colectivos y pensábamos que teníamos el respaldo mayoritario. Luego estuvo más ajustado de lo que preveíamos. Teníamos claro que saliera quien saliera elegido por la voluntad mayoritaria de la asamblea, íbamos a trabajar todos juntos por la defensa de este proyecto. Y eso sí se visualizó. Yo me siento coordinador de toda la organización. No vamos a aplicar el rodillo y olvidarnos de los compañeros (que formaban parte de la lista de Rosa Pérez). No sólo por el resultado, que es un argumento para integrar a todas las sensibilidades, sino porque es uno de los objetivos que queremos. Aspiramos a superar etapas anteriores y empezar a trabajar.

Algunos miembros de la otra candidatura hablan de «actuaciones sospechosas» con los avales y cambios de delegados a última hora. ¿Algo que replicar?

No quiero entrar en eso. Respeto el resultado de la asamblea y le doy total legitimidad. Fue un proceso normal y la mesa aceptó el registro de las candidaturas.

¿Teme una fractura interna en el partido?

Espero que no. Vamos a trabajar por que no la haya. Nuestra voluntad es el trabajo unitario, superar esa fase de enfrentamientos que han venido marcados por los ciclos electorales y volcarnos en la organización. Queremos revitalizarla, darle lugar en el espacio de la izquierda social y potenciar nuestro trabajo municipal para que se socialice y se conozca con el fin de recuperar nuestra capacidad de incidencia y nuestra visibilidad. En algunos casos se está haciendo una muy buena labor y no se está conociendo. Por tanto, confiemos en que no haya una fractura.

¿Ha recibido ya la felicitación de Alberto Garzón (alineado con la candidatura de Rosa Pérez, la que perdió)?

Me he intercambiado algunos mensajes con él, aunque tenemos una conversación pendiente para mañana (por hoy). Sí me ha felicitado, igual que otros compañeros de la organización y de otros partidos.

Asume el liderazgo de EUPV en un momento delicado, sin representación en las Cortes y con otras fuerzas de izquierda empujando. ¿Qué objetivos se marca?

Primero, recuperar la visibilidad y la incidencia política que tenemos en muchísimos municipios en los que hemos crecido. Y también la incidencia en las organizaciones sociales. Esas son las dos almas en las que vamos a trabajar para reforzar lo que siempre hemos sido y lo que siempre hemos querido ser: un movimiento político y social. También tenemos retos a largo plazo, como recuperar la representación institucional en las Cortes Valencianas y en ayuntamientos históricos en los que estábamos, como Valencia. Pero también seguir ampliando la red municipal. Aspiramos a marcar nuestra propia hoja de ruta y desmarcarnos de aquellas políticas de los gobiernos del cambio que se quedan en papel mojado. Y queremos insistir en que las propuestas que llevamos en nuestros programas electorales se cumplan.

Ahora que habla de gobiernos del cambio. ¿Es partidario de confluir con otras fuerzas de izquierda?

Electoralmente, sí. En la lucha social, sí. Desde el punto de vista de formar una organización no lo veo. Entendemos que nuestro proyecto político sigue siendo válido, está vigente y tiene fuerza. En un futuro espero que acudamos a la cita con las urnas fortalecidos y de igual a igual, con los programas por encima de todo. Desgraciadamente todo el escenario electoral se está "derechizando". Por eso nuestro papel es importante.

Y ahora, ¿qué es lo primero que tiene pensado hacer?

Vamos a organizar un equipo de trabajo, impulsar la organización, visitar todas las comarcas... Haremos unas primeras reuniones para informar de cómo está la situación. Y también queremos hacer una radiografía de la organización.