EU elige este fin de semana a la nueva dirección que tendrá que afrontar el momento más complicado de su historia en un clima de confrontación. No sólo por la presentación de dos candidaturas sino, sobre todo, por las diferencias entre el modelo que proponen el aspense David Rodríguez -al frente de la candidatura que impulsa el sector duro del Partit Comunista del País Valencià- y Rosa Pérez, diputada provincial de Valencia, denunciante de la «Operación Taula» y defensora de un proyecto más aperturista de acuerdos entre la izquierda dentro de la línea que está marcando Alberto Garzón. En esta última lista se integra, entre otros, Víctor Domínguez, concejal de Alicante, o la eurodiputada Marina Albiol.

David Rodríguez, de hecho, presentó ayer su candidatura a la coordinación de EU con una lista formada por colectivos, activistas, militantes y cargos públicos que apuesta por la lucha social. La apuesta de Rodríguez está enmarcada en el espacio político de la izquierda transformadora y está implicada en los movimientos sociales «para recuperar visibilidad y capacidad de incidencia sociopolítica de la formación». En el documento se asegura que «no hay transformación posible de una sociedad sin organización ni movilización, por eso es fundamental una EU más fuerte». La asamblea llega en un momento muy difícil. EU está fuera de las Cortes, tiene un escaño en Madrid gracias a su pacto con Compromís y Podemos y sólo resiste en los municipios gracias a las confluencias con la formación morada.