Más dinero para la Comunidad... pero del todo insuficiente para cuadrar las cuentas. El Gobierno central comunicó este pasado viernes a la Generalitat los fondos que le transferirá el próximo ejercicio. Serán un total de 9.568,73 millones, un 5,16% más que este año. Sin embargo, esa cuantía se queda lejos de las reclamaciones del Consell. Con el modelo de financiación autonómica caducado desde enero de 2014 y sin visos de revisión a corto plazo, el Ejecutivo de Ximo Puig continuará recibiendo menos dinero del que le correspondería en función de su población.

«Las cifras evidencian el desequilibrio y maltrato del sistema de financiación hacia los valencianos, a pesar de lo cual el Gobierno no ha movido un dedo en toda la legislatura anterior para solucionarlo, cuando el modelo está caducado desde el 1 de enero de 2014», sentenció ayer el conseller de Hacienda, Vicent Soler.

El titular de las finanzas autonómicas dio a conocer la carta que le ha remitido el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y puso sobre la mesa las grandes cifras del próximo ejercicio. Admitió que la Comunidad recibirá 470 millones más que este año, informó de los 9.568,73 millones globales y apuntó que esta última cifra procederá de dos vías. 8.029,79 millones se transferirán gracias a las entregas a cuenta, mientras que los 1.538,94 millones restantes corresponden a la liquidación del sistema de financiación de 2015.

Cuando el Gobierno central decide los fondos que transfiere a las autonomías y las entidades locales se basa en sus previsiones de crecimiento para los territorios. Si prevé grandes ingresos, el guarismo aumenta; mientras que si cree que la recaudación no será elevada, la cifra disminuye. La liquidación llega dos años después. Una vez que el Ministerio de Hacienda conoce los datos reales de recaudación opera de dos formas distintas. Si ingresó a la administración menos dinero del que le correspondía, le compensa con la misma cuantía del desfase. Pero si, por el contrario, le pagó de más, le reclama entonces esos fondos.

La Generalitat se ha topado ahora con la primera de esas dos posibilidades: el Gobierno le pagó de menos. «De este modo, el grueso del incremento (del próximo año) en términos relativos es consecuencia directa de la liquidación de 2015. El dato supone que el Gobierno central se equivocó en sus previsiones de aquel ejercicio en nada menos de 1.538 millones, lo que representa el 17% de la financiación de la Generalitat de aquel año; es un dinero de los valencianos que ha retenido durante año y medio y que no nos transferirá hasta julio de 2017», criticó ayer el conseller. Además, esa cifra «tan elevada» comporta que el 16% de la financiación de 2017 no se recibirá hasta julio.