El Consell ya ha visibilizado el «problema valenciano» en Madrid y el propio presidente Ximo Puig ha manifestado que quiere convertir el expolio a la Comunidad Valenciana en una cuestión de Estado. Pero el jefe del Ejecutivo autonómico irá más allá y busca ya fecha y sitio para convocar un acto similar en Bruselas durante el mes de noviembre, un foro que ya anunció a mediados de septiembre y del que no había trascendido nada más.
El acto, con carácter reivindicativo y con un talante similar al de Madrid, contará en Bruselas, eso sí, con menos presencia de cargos públicos, aunque sí se buscará la representación de los empresarios, bancos, universidades o sindicatos -además de la representación política- con el fin de legitimar el discurso de que el maltrato financiero es para todos los que viven en la Comunidad y que su lucha es un sentir de la sociedad valenciana.
La propia vicepresidenta, Mónica Oltra, indicó ayer en unas declaraciones que el de Madrid «no va a ser el único acto que hagamos, ni la única manera de visibilizar el problema de financiación», mientras que Bonig ya ha advertido de que no dará pávulo a «saraos» de este tipo.
Multas de Europa
El foco hacia el que también quiere virar el Consell es Europa. Ximo Puig ya destacó el miércoles cómo las altas multas de Bruselas por el incumplimiento del déficit terminan afectando a las comunidades autónomas. De hecho, Puig ratificó que se suma a la petición de otros mandatarios autonómicos de convocar la Conferencia de Presidentes para estudiar el cambio de la financiación así como una flexibilización de las multas impuestas por Europa por el incumplimiento del déficit.
Desde el pasado agosto, el Ejecutivo valenciano cuenta con la figura del delegado de la Generalitat en la UE, Joan Calabuig, exedil en el Ayuntamiento de Valencia y con trayectoria anterior como eurodiputado. Su papel será fundamental en la organización y a la hora de lograr los respaldos al acto. Calabuig fue una de las incorporaciones que el Consell realizó durante los cambios en verano que afectaron a la segunda y tercera fila del gobierno valenciano.
Además de Bruselas, el presidente Puig tiene puesta la mirada en Cuba, donde se trasladará la semana que viene a algo muy distinto: una misión comercial en la que estarán representados empresarios de toda la Comunidad.
