Los dirigentes socialistas que han tomado el mando de Ferraz van haciendo poco a poco pedagogía de un camino que, en estos momentos, sólo tiene dos alternativas: o la abstención para ceder el gobierno a Mariano Rajoy; o unas terceras elecciones en las que todo apunta a un ascenso del PP y a una hecatombe del PSOE. Susto o muerte. En Blanqueries, la sede del PSPV en Valencia, son muy reacios a trasladar de forma clara que, a día de hoy, facilitar la Moncloa a Rajoy es la principal alternativa que barajan los notables del partido después del golpe de mano que acabó con el mandato de Pedro Sánchez. Así que ahora empiezan unas semanas en las que, como apunta el presidente Ximo Puig, se tendrá que abrir un debate -la fecha del 15 de octubre es la que todos apuntan como la más probable para celebrar un comité federal- y amoldar el discurso a un escenario muy complicado. Facilitar la abstención al PP permitiría ganar tiempo para intentar reconstruir el PSOE y tratar de tejer una labor de oposición que tendría muchos diputados dispuestos a tumbar las propuestas del gobierno de Mariano Rajoy.

En el PSPV son conscientes de que esa postura, de producirse, tensará el Pacte del Botànic, especialmente, con Podemos. Aunque los morados tampoco tienen demasiadas opciones: renegar de la entente de izquierdas supone hacer piña con el PP. Mala solución para los de Antonio Montiel. Compromís se muestra firme a la hora de garantizar los acuerdos: «Es una alianza a prueba de bombas», subrayó ayer Mónica Oltra. Así que, en esta tesitura, la posición oficial del PSPV sigue siendo contraria a Mariano Rajoy. «No hay ningún elemento que nos permita votarle. Ninguno. el PP no ha hecho nada para merecer el apoyo del PSOE, nada», dijo en los pasillos del Congreso tras la votación de la reforma del Estatuto de Autonomía para conseguir más inversiones del Estado. Pero, sin embargo, el líder del PSPV va haciendo, día a día, pedagogia de la abstención por si, en último extremo, esa es la decisión que acaba valorando el comité federal.

Hace 48 horas, el jefe del Consell ya admitía que ese debate se tenía que abrir y ayer, después de un acto con los empresarios de AVE, se sumó a la tesis del presidente de la gestora socialista, el asturiano Javier Fernández. «Está intentando visualizar la realidad del debate. Yo también prefiero, dado el caso, un gobierno de Rajoy en minoría que un gobierno de Rajoy en mayoría», aseveró con lo que dio carta de naturaleza a la posibilidad de que, finalmente, los socialistas acaben dando un paso atrás con una abstención que favorezca al PP. A partir de ese punto, el presidente de la Generalitat volvió a detallar su posición e insistió en que, en estos momentos, el melón sobre el rumbo que toma el PSOE en la gobernabilidad de España se tiene que terminar abriendo, una vez descartada la vía de negociar la investidura para cuadrar una mayoría con la izquierda y los nacionalistas.

«Va a haber un debate que el PSOE va a tener, como el resto de partidos políticos, y también otros partidos podrían ver si van a ayudar a que haya o no haya terceras elecciones», aseveró el dirigente del PSOE para el que, en su opinión, «el conjunto de los partidos están concernidos» en este sentido. El presidente descartó profundizar más en este tema porque, como indicó, «quien tiene que liderar el debate es la gestora». «Nosotros los valencianos lo que tenemos que hacer bien es nuestro trabajo y lo estamos intentando hacer, sabemos que no va a ser una solución de hoy para mañana, pero queremos ir sembrando la solución para que cuando se den las condiciones se pueda producir una salida», agregó el presidente Ximo Puig.

La pedagogía de la abstención también se extendió a la reunión del grupo parlamentario socialista en Madrid. Los diputados del PSPV, Ciprià Ciscar y Artemi Rallo, aunque sin citar expresamente a la posibilidad de favorecer al PP, hablaron, junto a la mayoría de los diputados, de evitar unas terceras elecciones. Abiertamente en contra volvieron a mostrarse en público el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, y el secretario provincial del PSPV en Valencia, José Luis Ábalos, que rechazó de plano cualquier posibilidad de entregarle el gobierno a los que aparecen en la trama Gürtel.