El debate sobre el maltrato económico a la Comunidad Valenciana llega a Madrid y durante dos días consecutivos el bautizado como «problema valenciano» cogerá fuelle desde la capital de España. El Congreso de los Diputados debate hoy en pleno la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad, mientras que el miércoles el presidente Ximo Puig aprovechará para dar visibilidad al expolio que sufre la autonomía que preside en un acto que la Generalitat ha organizado en el Círculo de Bellas Artes para reclamar una financiación más justa y que contará con el apoyo de los grupos de las Cortes.

La agenda de estas 48 horas permitirá al jefe del Consell dotar a la situación de la Comunidad Valenciana de un estatus en toda España. Salvando las distancias, el gobierno del bipartito busca que germine ese mensaje en todo el país y se cree una sensibilidad con la cuestión valenciana parecida a la que existe sobre el «problema catalán». Un mensaje tan poderoso situaría a la Comunidad en el centro del debate autonómico estatal.

A las 16 horas comenzará en el Congreso de los Diputados el debate por la defensa de la reforma del Estatuto de Autonomía, donde repiten los portavoces del PSPV, Manuel Mata, y de Compromís, Fran Ferri, y a los que se une la portavoz popular, Isabel Bonig -que sustituirá a Jorge Bellver como representante valenciano por el grupo popular autonómico en Madrid- según se aprobó ayer en el pleno de las Cortes. «Estoy tremendamente satisfecha», dijo ayer Bonig.

Es la tercera vez que se eligen a los representantes para ir al Congreso a defender la reforma estatutaria. Y así lo recordó Manuel Mata a su salida del pleno extraordinario de ayer. «Está bien que nos hayamos puesto de acuerdo y que la responsabilidad de defender la reforma estatutaria haya recaído en los grupos que apoyaron la modificación en la anterior legislatura», recordó.

Las Cortes aprobaron esta reforma en 2011 dando luz verde a la modificación estatutaria cinco años después de su aprobación y después de que el Tribunal Constitucional avalara las reformas similares en Andalucía y Cataluña, en la que se incluían disposiciones adicionales para garantizar un volumen permanente y estable de inversiones estatales en estos territorios en función del peso de la población y el PIB. Como todas las reformas de estatutos, la valenciana tiene que pasar por el Congreso y su aprobación definitiva supondría aumentar a través de los presupuestos nacionales la cantidad a asignar a la Comunidad Valenciana en infraestructuras en unos 500 millones. Sin embargo, desde que entró en el Congreso en 2011, el debate de toma en consideración, ya con Gobierno del PP, se llegó a aplazar en cuatro ocasiones. La última vez que se abordó -el pasado abril- contó con el visto bueno de todos los grupos, a excepción de C's, que sostuvo, según defendió la diputada alicantina Marta Martín, que la medida era un brindis al sol por no estar el gobierno obligado a asumir esa disposición. Esta vez será el diputado Toni Cantó, y no Martín, quien defienda la postura de Ciudadanos en el Congreso, que no se saldrá de la línea de la abstención, según fuentes consultadas, que sí confirman que la motivación será esta vez más novedosa. En cualquier caso la postura del partido naranja no será decisiva si el resto vota a favor de iniciar esta tramitación.

En cuanto al acto del miércoles, programado a las 18:30 horas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Puig prevé reunir a representantes de distintos sectores para reivindicar una financiación justa y no tener que recurrir a la estrategia de la plañidera. Por ello, contará con la representación de los grupos políticos, económicos de la sociedad valenciana y de valencianos que viven ahora en la capital de España.