Con risas, sin tensiones y con tranquilidad. Con mucha tranquilidad. Así transcurrió ayer la Junta Directiva Regional del PP, celebrada en Dénia. Acostumbrados a cónclaves más movidos durante los últimos meses, los populares de la Comunidad se frotaron ayer las manos. La guerra civil que vive el PSOE, por una parte; los excelentes resultados de las elecciones gallegas del pasado domingo, por otra; y el halo de recuperación que se respira en el seno de los populares valencianos tras el varapalo del pasado año -cuando perdieron el poder en la Generalitat 20 años después- son motivos más que suficientes para que el PP rezume optimismo.

Tanto el presidente provincial del partido en Alicante, José Císcar, como la «jefa» regional, Isabel Bonig, evidenciaron ayer ese triunfalismo. Lo hicieron instantes antes y durante la Junta Directiva Regional que se organizó en Dénia. «Empezamos a tener un proyecto sólido y la gente está ilusionada», resumió la presidenta de los populares valencianos.

Todo fueron parabienes. El PP no quiso entrar en temas espinosos y eludió por completo los últimos escándalos que le han sacudido durante los últimos días. Entre ellos, el presunto conocimiento de Francisco Camps en las mordidas de Taula o la polémica de Rita Barberá. La exalcaldesa de Valencia se ha aferrado a su escaño en el Senado y se niega a dimitir. Una vez que ha terminado como investigada en el marco de la operación Taula los populares han intentado por todos los medios que renunciara al acta y abandonara la primera línea política. Pero ella se ha negado. Ha pasado a engrosar el grupo mixto en la Cámara Alta y, además, percibirá más dinero del que ingresaba como senadora del PP. Sus emolumentos rebasarán los 5.000 euros mensuales.

Pues bien, la Junta Directiva Regional obvió ayer ese asunto. Se centró en vender un mensaje en positivo. Sobre todo, Bonig. La también síndica del PP en las Cortes centró su discurso en la actividad parlamentaria durante el último año y felicitó a sus compañeros en la bancada popular por el trabajo que están realizando. En gran medida, por las enormes dificultades con las que se encontraron tras los comicios. Acostumbrados a gobernar durante dos décadas, al PP le pilló a contrapié pasar a la oposición. «Parecía que nos íbamos a descomponer y nos hemos recompuesto», sentenció.

Císcar, por su lado, dio la bienvenida a la provincia a los dirigentes que se han desplazado hasta Dénia para participar en las jornadas de apertura del curso político. Éstas se desarrollarán hoy y a ellas asisitirán, entre otros, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y la vicesecretaria nacional de Estudios y Programas, Andrea Levy.