Destacados cargos socialistas de la provincia y de la Comunidad confiaron anoche en que el PSOE sea capaz de cerrar una de las páginas más turbulentas de su historia. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, admitió que su partido vivió ayer «un día muy triste» que vino «determinado por una serie desencuentros» en la cúpula de la formación. El también líder del PSPV quiso «pedir perdón» a la ciudadanía por «todo lo sucedido» ayer en Ferraz y reiteró que el PSOE «ha de reconstruir el proyecto» porque es «un partido fundamental para España».

En una línea muy similar, el diputado nacional Julián López Milla admitió que «el reto que tenemos es cerrar las heridas y superar el espectáculo tan lamentable que hemos ofrecido a la ciudadanía los últimos días». «Ya importa poco si esta ha sido la mejor solución, lo que importa es que haya un nuevo secretario general votado por los militantes». Sobre la futura gobernabilidad, López Milla recordó que «solo tenemos 85 diputados y a pesar de eso se pone solo el foco en nosotros». Ahora, «será un comité federal quien tenga que elegir si hay abstención o no y me gustaría que esa solución se asumiera por una mayoría más amplia».

Lo sucedido ayer ha dejado impacto. «No me imaginaba este final tan dramático y desagradable», declaró el secretario provincial, David Cerdán, quien también habló en clave de futuro: «Entre todos tenemos que reconstruir el partido. Este no es el final de todo, sino el principio de muchas cosas». «Insisto en que Pedro Sánchez tenía que dar un paso atrás, pero eso no tiene nada que ver con la abstención, yo mantengo que el "no es no", por lo que la única solución es ir a las terceras elecciones con un nuevo candidato diferente a Pedro Sánchez, porque un segundo gobierno de Rajoy es peor».

La diputada nacional Patricia Blanquer coincidió en que «hay una posición bastante fuerte dentro del partido a favor del no a Rajoy». Y, como Puig, reconoció que «ha sido un día muy triste».

La secretaria de Organización del partido en la provincia, Toñi Serna, aseguró que la participación se mantendrá en la genética del partido: «Que hayamos votado en contra de la propuesta de Pedro Sánchez no quiere decir que los militantes vayan a perder la voz. Todo lo contrario. Siempre he defendido la fórmula de un militante un voto».

Carolina Gracia, portavoz adjunta socialista en la Diputación y edil de Orihuela, apeló a la longeva trayectoria de la formación para superar el trance: «Esta es una organización con 137 años de historia y por desgracia ya se han vivido otros momentos muy difíciles; ahora es el momento de tomar las decisiones acertadas y de que hable la militancia, que tiene mucho que decir». Para la edil oriolana la actual crisis de gobernabilidad del país «no tiene que ver en lo que ha pasado». «Ahora mismo no se está cuestionando el no del PSOE».

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, también apeló a la historia. «Ya hemos vivido otras crisis y salimos adelante, es la hora de enterrar el hacha de guerra porque este país necesita al PSOE ya que gobierna el 50% de las comunidades autónomas y municipios y [en el ámbito estatal] es necesario seguir haciendo una oposición fuerte al PP».

Para el primer edil de Sant Joan, Jaime Albero, «la posición del no a Rajoy está clara y los militantes la vamos a exigir». Sobre la intensidad del día de ayer matizó que «en todos los foros de debate siempre hay mucho acaloramiento pero se ha tomado la decisión de la forma en que se tienen que tomar las decisiones, o sea, votando». «Pedro Sánchez ha estado muy elegante en su discurso, es un momento para sentirse orgulloso de ser militante del PSOE, donde tenemos algo que nos une: la ideología».

Este diario intentó sin éxito localizar durante toda la noche de ayer a los alcaldes de Alicante, Gabriel Echávarri y de Elche, Carlos González.