El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, uno de los barones críticos con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dijo ayer claro y tendido que el partido «no podía continuar así». Destacó que el PSOE es «muy importante para España, más allá de sus fronteras partidarias, especialmente para la población de clase media. Tenemos que superar la situación desde la cohesión, aunque quizá ahora de otra forma. Yo no estoy por la ruptura ni el frentismo», señaló en medio de la guerra.

Lejos de utilizar un tono de confrontación que ayude a no desestabilizar la «armonía» con sus socios de gobierno, optó por apelar a la solución de los «nuevos espacios» para referirse al escenario roto en el que opera el partido. «Hay que encontrar nuevos espacios desde el sosiego en pro de la gobernabilidad de España», opinó en declaraciones recogidas por EFE. «El partido debe iniciar de forma tranquila un debate serio para resituar la socialdemocracia donde corresponde», dijo.

LA CARTA DE XIMO PUIG

Por su parte, socialistas alicantinos críticos con Pedro Sánchez le acusaron ayer de tensar la cuerda en el partido hasta provocar su ruptura y la mayoría de ellos destacaron que tras la dimisión de la mayor parte de la ejecutiva ya no está legitimado para seguir en la dirección.

El secretario del PSPV-PSOE, David Cerdán, calificó de «drama» la situación de la formación del puño y la rosa y destacó que está en un punto «al que no deberíamos haber llegado nunca». «Yo proponía arreglar esto vía pacto, porque no tenía sentido que se presentara otra vez. Él también es partícipe de forzar esta salida, no tiene capacidad de formar gobierno y no tiene solvencia para presentarse de nuevo tras perder 25 diputados», señaló. Cerdán opinó que la dimisión de parte de la ejecutiva es la única opción que Sánchez «había dejado abierta» y negó que se allane el camino de rosas para darle el gobierno a Mariano Rajoy.

El diputado socialista por Alicante, Julián López Milla, declaró que el PSOE está dando «un espectáculo lamentable» y manifestó que el secretario general había retado a los críticos de la ejecutiva a abandonar y que eso es lo que han hecho. A partir de aquí, explicó, «hay más vacantes que miembros, lo que se traduce en que el comité federal, máximo órgano entre congresos, tiene que dar los pasos para dotar al partido de una nueva dirección. Esto es lo que tiene que debatir el comité federal». Sobre si esta situación facilita un gobierno del PP, negó esta consecuencia, y precisó que ha habido una mezcla «peligrosa» al unirse la decisión sobre la dirección socialista y la postura del PSOE sobre la investidura de Rajoy. «Por eso, cuanto antes, el partido debe tener una dirección y a partir de ahí dar los pasos sobre la decisión del gobierno», apuntó.

La diputada autonómica y secretaria provincial de organización, Toñi Serna, declaró que Sánchez «ha tensado mucho a la organización hasta el conflicto de unos con otros» y avaló la dimisión de los críticos «porque no comparten lo que quiere el secretario general». Destacó que se trata de un número importante «el que le está pidiendo otro espacio orgánico, de relación» y admitió sentirse «molesta» porque «la organización somos todos y en redes sociales hay compañeros enfrentándose unos a otros». «Esto es una fase de locura en un partido que ha hecho mucho por este país», dijo.

Parca en palabras se mostró la secretaria del grupo parlamentario socialista en las Corts, Ana Barceló, quien despachó con una sola frase -no por ello vacía de contenido- su posicionamiento ante Pedro Sánchez y la dimisión de parte de la ejecutiva: «apoyo y muestro mi lealtad al secretario de los socialistas valencianos, Ximo Puig, en lo todo lo que está haciendo».

El alcalde de Alcoy y secretario general del PSPV en la localidad, Antonio Francés, no ocultó su «preocupación» por la fractura «que nunca se tendría que haber producido». En cuanto a una posible solución manifestó que «tiene que tenerla y la única es un congreso. Si no hay dirección, lo que no se puede es estar en esta situación, máxime teniendo en cuenta como está el país».

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, mostró, por el contrario, su apoyo a Sánchez en Twitter, como también lo hizo públicamente el secretario general del PSPV de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos.