La histórica crisis que estalló la tarde del pasado miércoles en Ferraz con la dimisión en bloque de 17 miembros de la ejecutiva federal -entre ellos, el líder del PSPV y jefe del Consell, Ximo Puig- con el objetivo de dejar caer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se convirtió ayer en tema principal de conversación en toda España. También lo fue entre los históricos del PSOE en la provincia de Alicante, excargos públicos que observan en la distancia con una mezcla de bochorno y pena la grave situación que vive una formación centenaria y clave en la historia de la etapa democrática.

El que fuera vicepresidente del Congreso José Beviá apostó ayer por cerrar filas en torno a Pedro Sánchez. Todo lo contrario hizo con el bloque crítico, liderado por la andaluza Susana Díaz. «Los barones y sus influencias no me gustan nada; se han organizado, y no sé si por miedo, para cercenar la participación de los militantes. No creo que Pedro Sánchez se esté enrocando, sino que ha decidido preguntar a las bases ante las maniobras de otros grupos», argumentó ayer Beviá, quien no ocultó -como todos- su preocupación por la deriva del PSOE. «Estamos viviendo una situación disparatada», añadió el exdiputado nacional, que se muestra contrario a apoyar un gobierno del PP con Mariano Rajoy al frente. «Sería un fracaso, habría que buscar una lista alternativa o ir a unas terceras elecciones, que tampoco pasaría nada», concluye Beviá.

La repetición electoral, por contra, no es la salida para la exdiputada Juana Serna, quien apuesta por «poner condiciones durísimas al PP» a cambio del apoyo en la investidura y por recurrir, por otro lado, a la sensatez para salir de la crisis en la que está sumido el PSOE en la actualidad. «Esto es un suicidio, me escandaliza la radicalización de las posturas de unos y otros. Sánchez ha pasado de ser valiente a rozar la temeridad. Espero que haya sosiego en algún momento y que el problema se resuelva en el Comité Federal, porque ellos son quienes tienen que asumir la responsabilidad».

Sin embargo, el exconcejal en Benidorm Ángel de la Fuente aboga por dejar que los militantes vuelvan a tener voz en la elección del futuro camino a seguir en el partido. «Hay que convocar un congreso cuanto antes. Esta situación me supera, antes resolvíamos las diferencias internamente. Yo veía venir que algo iba a pasar, pero la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal es muy grave», añade el también exdiputado provincial, alineado con Pedro Sánchez. «Han ido a por él por su 'no' a Mariano Rajoy. Ahí estoy con él, no se puede apoyar la corrupción del PP. Es mejor ir a unas terceras elecciones», asegura el exdirigente socialista en la Marina Baixa, decepcionado a su vez con el líder del PSPV, Ximo Puig, por su actitud ante el frente común contra Pedro Sánchez.

Con un discurso contrario se sitúan otros dos históricos del PSOE en la provincia. El expresidente de la Diputación Antonio Fernández Valenzuela admite que «nunca» ha entendido al secretario general de los socialistas. «Perdemos elecciones y él sigue ahí. La situación cada vez va a peor, no podemos permitirnos espectáculos como los que estamos viviendo ahora, porque al final se generan conflictos entre la militancia», apunta Fernández Valenzuela. Desde Elche, el exalcalde socialista Manuel Rodríguez Maciá critica la falta de «coherencia» del líder nacional de su partido, a la vez que tilda de «falta de respeto a los militantes, a los votantes y a los ciudadanos en general» el espectáculo de los últimos días en Ferraz. «A Pedro Sánchez le han puesto muchos palos en las ruedas, pero no puede huir hacia adelante», añade Rodríguez Maciá, quien coincide con los otros exdirigente alicantinos en que la crisis es muy profunda, pero que el PSOE tiene músculo para salir de ella. Falta saber con cuántas cicatrices.