La Generalitat celebrará un acto en Madrid el próximo 5 de octubre para denunciar la infrafinanciación que padece la Comunidad Valenciana y reclamar la reforma del sistema, al que acudirán representantes de los grupos parlamentarios de las Cortes. Los portavoces han sido informados de este acto, que tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Todos los grupos mostraron su apoyo a la convocatoria y la mayoría confirmaron su asistencia, aunque desde el PP, la portavoz adjunta María José Català reclamó al Consell «menos gestos» y «menos guerra política» y «más negociación» para mejorar el reparto de fondos entre autonomías, en el que actualmente la Comunidad sale claramente perjudicada.

El Consell hizo coincidir el anuncio con la conferencia que el el presidente Ximo Puig ofreció ayer en Barcelona en la que reclamó un cambio del modelo de financiación como parte de una «refundación» del Estado autonómico en España que sirva para reconocer la diversidad territorial a través de una reforma constitucional en clave federal y para poder «abrir una ventana» de «diálogo leal» con Cataluña, un proceso en el que se ofreció como mediador con lo que definió como la «vía valenciana». Durante una conferencia que tituló «Competitividad mediterránea y gestión de la diversidad» y que ofreció en el Círculo de Economía de Barcelona, Puig hizo hincapié en la «gestión de la diversidad». «Sin esta diversidad y su reconocimiento institucional, España no habría progresado como la hecho», aseveró el jefe del Consell.

Lamentó, por contra, el «estado centralista latente que solo es capaz de identificar parte de la realidad del país y que ahora difunde por todas partes cualquier aspecto criticable de las comunidades, mientras guarda silencio o como máximo una discreta crítica de los errores, insuficiencias, olvidos o desviaciones de la administración central». Frente a lo que llamó «élites centralistas» que, a su juicio, han aprovechado la crisis económica para responsabilizar a las comunidades autónomas de los «males del país», mientras en Cataluña «emerge un estado de opinión a favor de la desunión», Puig consideró «urgente la respuesta a la crisis territorial» para evitar la «desafección y el enfrentamiento».

Es por este motivo por lo que estima «necesario refundar el estado autonómico», algo que pasa, a su entender, por la reforma de la Constitución, impulsar un Senado federal, una presencia equilibrada de las instituciones estatales, la cooperación entre administraciones y una reforma de la financiación autonómica, un elemento clave en el discurso de Ximo Puig. La reforma constitucional, defendió, debe hacerse desde el «diálogo permanente, normalizado y abierto», además de que desde el Gobierno «entienda que los catalanes merecen la apertura de una ventana de diálogo leal, que ha de reivindicar que España es más con Cataluña y Cataluña más con España».

Por otro lado, Puig se refirió a la gobernabilidad en el Estado y cosnideró que «si los partidos demuestran que son incapaces de buscar soluciones» al actual bloqueo, «institucionalmente habrá que buscar una solución». El líder del PSPV considera que «a medio plazo se debe buscar un antídoto» que, a su juicio, pasaría por una «solución a la vasca», en alusión a que en Euskadi no está permitido votar en contra en la investidura de un candidato a la presidencia, solo a favor y abstención, lo que facilita el proceso. En este sentido, el presidente de la Generalitat reconoció que «lo que sí es verdad es que el peor de los gobiernos posibles nos facilitaría la posibilidad de hacer cosas fundamentales, como acabar con la Ley Mordaza o la Lomce, o cuestiones que tienen que ver con la situación que viven las comunidades».