El secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana y síndic en las Cortes, Antonio Montiel, aseguró ayer que mientras el Gobierno valenciano de Ximo Puig y Mónica Oltra -líderes del PSPV y de Compromís- «cumpla» con el Acord del Botànic y su revisión «nosotros nos comportaremos con lealtad». Pero, les ha avisado después de que Podemos haya empezado a poner punto y final a pactos autonómicos con los socialistas: «No vamos a renunciar nunca a ser la voz de la calle». Montiel se refirió así, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Síndics, a la decisión de Podemos de Castilla-La Mancha de romper su acuerdo de investidura con el socialista Emiliano García-Page y si por extensión esta situación puede darse en la Comunidad.

Al respecto, Montiel recalcó que Podemos en la Comunidad Valenciana actúa como una oposición «exigente» y «crítica» -pese a firmar el Acord del Botànic no está en el Consell- y considera que su papel es «seguir con esa actitud vigilante». «No vamos a renunicar a ser la voz crítica y exigente que reclame al Gobierno decisiones ambiciosas y proyectos estrategicos que cambien la situación de los valencianos», afirmó el síndic parlamentario de Podemos. Montiel explicó que se ha puesto en contacto con el secretario de formación morada, José García Molina, y del grupo parlamentario de Castilla-La Mancha, que le han explicado que su decisión de romper con el pacto de investidura obedece a «un abandono de los acuerdos suscritos en su día y que permitieron a García-Page formar gobierno».

En ese sentido, Antonio Montiel señaló que Molina le explicó esos «incumplimientos» y las políticas «continuistas» del presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, respecto a las políticas concretas que había puesto en marcha su antecesora, la popular María Dolores de Cospedal, en materia sociales y de sanidad. «Respetamos la decisión de compañeros de Castilla-La Mancha pero responden exclusivamente a un acto de ese territorio», afirmó. García-Page es uno de los cabeciillas de la revuelta de barones territoriales del PSOE que intentan derrocar a Pedro Sánchez. Ximo Puig también se ha mostrado contrario a la hoja de ruta del todavía número uno de Ferraz pero, sin embargo, quiere evitar a toda costa enfadar a sus socios morados y también de Compromís para generar tensiones en el Consell que puedan tener un impacto en la acción de gobierno.

Del mismo modo, Antonio Montiel garantizó que «no hay nada» ante «las voces alarmistas» que apuntan a otra ruptura de Podemos en Extremadura, pero porque «tampoco ha habido un acuerdo de gobierno» sino pactos puntuales legislativos. A pesar de la posición y del aviso a navegantes que lanzó Montiel, lo cierto es que en Presidencia de la Generalitat hay tranquilidad sobre el papel de la formación morada y confianza en que no se produzca una situación similar a la de Castilla-La Mancha. La situación de la Comunidad, con el PP enfangado en la corrupción obliga a la izquierda a un esfuerzo suplementario de entendimiento.