El expresidente de la Diputación y del PP en Castellón, Carlos Fabra, se mostró ayer, en una entrevista en Radio Internacional, muy crítico con el apoyo recibido por el Partido Popular y, especialmente, por Mariano Rajoy asegurando que el PP «abandona a su gente muy rápido».

Fabra, que cumple cuatro años de prisión en la cárcel de Aranjuez por un delito de fraude fiscal, se mostró dolido con Rajoy, a quien recrimina que «no le pareció necesario aclarar que yo no era corrupto, y eso me dolió». Según recoge Radio Internacional, Fabra asegura que si tuviera delante a Mariano Rajoy «le diría que me ha decepcionado como persona», añadiendo que «es un tipo honesto, pero un mal compañero de viaje», algo distinto de lo que opina sobre el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, de quien punta que «es San Francisco Camps, una bellísima persona».

En esta línea de reproches, el exmandatario popular en Castellón recuerda que «de los primeros espadas de Génova pocos se preocuparon por mí durante mi transplante». Eso sí, también lanza un claro apoyo a Rajoy al mostrarse convencido de que «no es el responsable de la actuación de Bárcenas». A esto añade que «Rajoy pecará por omisión, pero no es el responsable de que una persona cometa un delito o sea un corrupto». De la actualidad política, se muestra convencido de que «como se está negociando el Gobierno no les interesa que salga yo de la cárcel». De su condena, Carlos Fabra insiste en que está en prisión «por un delito fiscal, un delito menor, no por corrupción» y que recurrió al Constitucional «para que aplicaran los doctrina de 'los Albertos' por prescripción».

Tras subrayar que tiene embargados sus bienes «y hasta una parte de mi pensión», del día a día en Aranjuez recalca que comparte celda con dos presos «pero nos vemos muy poco». En esta línea, destaca que «la cárcel te enseña que no debes ir a ella, es muy mal sitio». No duda Fabra en señalar que «he llorado mucho en la cárcel por haber tirado por la borda una carrera por un delito fiscal». En este repaso de su situación actual, el expresidente de la Diputación de Castellón incide en que es «un corrupto mediático» y que está en la cárcel «sin ninguna condena por delitos de corrupción». Es más, asevera que debe ser «de los pocos que están en la cárcel por incurrir en un delito fiscal».