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Bonig se baja al Sur

La número uno regional del PP prepara una gran ofensiva en Alicante

Bonig se baja al Sur

Isabel Bonig ha decidido coger la bandera del Sur. Con el PP de la provincia de Valencia de incendio en incendio, la número uno regional del PP ha acordado con el presidente provincial, José Císcar, -uno de sus colaboradores más estrechos- lanzar una gran ofensiva en Alicante. Recorrerá una comarca todas las semanas aprovechando que, en estos momentos, el PP puede coger como bandera temas que tienen un cierto impacto en la provincia como el conflicto educativo, la apuesta del Consell por el valenciano, la vertebración de la Comunidad y también la política turística. «La dirección regional del PP quiere tener una presencia todas las semanas frente a un Consell que sólo piensa en Valencia», proclamó Isabel Bonig que, en la línea de esta primera mitad del mandato, empleó un tono de extrema dureza contra el gobierno de izquierdas que comparten los socialistas y Compromís. «La gestión del Consell es muy mala por su sectarismo sin límite», espetó.

La ruta de Bonig por la provincia, que arrancó ayer con un encuentro de cargos públicos en Sant Joan d'Alacant y con reuniones sectoriales, evidencia su cercanía con Císcar, al que algunas fuentes sitúan como número dos regional del PP en el próximo congreso para dejar el camino libre a César Sánchez en Alicante y evitar los conflictos que puede acarrear la bicefalia popular. Y además la necesidad que tiene el PP, fuera del poder en las grandes instituciones, de hacerse fuerte en un territorio que se convierta en trampolín de cara a 2019. Y Alicante es la provincia perfecta. Es la única en la que el PP conserva peso institucional por su mando en la Diputación. Es la que mejor resiste electoralmente y además tiene una relativa estabilidad en la organización a pesar del vacío que, por ejemplo, continúan teniendo los populares en la ciudad de Alicante. Por contra, en Valencia, la estructura del PP está en coma, sin liderazgos por los efectos de la «operación Taula» que han acabado con Alfonso Rus y Rita Barberá y envuelta en investigaciones por corrupción. Y Castellón es una provincia con poco peso poblacional como para ejercer un liderazgo autonómico. Así que Bonig, en un argumento que ya esbozó en el último debate sobre la Comunidad en las Cortes, ha decidido cavar su trinchera de ataque contra el Consell en la provincia. Zaplana ganó en su día la Generalitat desde Alicante.

Y lo cierto es que, en estos momentos, la presidenta regional del PP cuenta con munición suficiente para encontrar eco en la provincia a su argumentario. Durante su comparecencia junto a Císcar, la número uno popular en la Comunidad cargó contra el Consell por todos los frentes. Reprochó al gobierno de izquierdas su ausencia en Altea durante un acto con la Ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para abordar los problemas del agua que afectan a Alicante -un asunto en el que se centró Císcar- o solicitar fondos para la reforestación de las zonas más afectadas por los últimos incendios forestales en Xàbia y Bolulla. «Es una desfachatez y una falta de respeto», lanzó para a continuación agitar la bandera del anticatalanismo -«le han abierto las puertas del Palau a Puigdemont, que incumple la ley y quiere romper España», apuntó- y azuzar el conflicto lingüístico. «Llevaremos a los tribunales un decreto que es una inmersión en valenciano de forma ilegal», anunció antes de vaticinar que el Consell tendrá que abordar recortes en Sanidad y Educación por su mala gestión económica de los presupuestos para el año 2016.

También están dispuestos los populares a dar «guerra» con la política turística. Isabel Bonig desveló, en un tema que pasó desapercibido dentro del caos del último debate sobre la Comunidad en las Cortes, que los populares presentaron una propuesta de resolución para reclamar que Turismo vuelva a tener rango de conselleria y se instale en Benidorm, como el presidente Ximo Puig prometió en campaña. Esa iniciativa salió adelante durante el debate con los votos de C's y también de Podemos, socio de los socialistas y Compromís, que se opusieron. «Lo que tiene que hacer el gobierno es cumplir con esas resoluciones», apuntó la presidenta regional del PP. Una vez se resuelva el bloqueo parlamentario en Madrid, Bonig tendrá que abordar el congreso regional con el que pretende relanzar el proyecto para tratar de recuperar todo el terreno posible en la cita de 2019.

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