Conocer el coste de las dos jornadas que ha organizado en octubre la Diputación de Alicante para defender la utilidad de estas instituciones y a las que se ha invitado a los presidentes de todas las diputaciones provinciales de España. Ese es el objetivo de una pregunta registrada ayer por Compromís y dirigida al presidente de la institución, César Sánchez, después de anunciar la Diputación de Alicante en su página web el acto «Las Diputaciones como agentes de desarrollo económico de la provincia», que se llevará a cabo en el Auditorio Provincial de Alicante (ADDA) los próximos días 6 y 7 de octubre y que contará, como ya publicó este diario, con un cargo del PP investigado por la Justicia: José Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Orense, a quien el juez le atribuye un delito de cohecho por ofrecer, presuntamente, trabajo a una mujer a cambio de sexo.
La pregunta de Compromís -que deberá ser respondida o por el área de Hacienda o por Transparencia- se interesa por el coste total del evento, que durará dos días. Desde Compromís, su portavoz en la Diputación, Gerard Fullana, destacó ayer como «llamativo» que un acto que considera «partidista» se pague con fondos de la Diputación y después de reconocer el PP en el pleno de la semana pasada que tiene contraída una deuda con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) que, según la formación que lidera Fullana en la institución provincial supera los 400.000 euros. El evento pretende reforzar el papel de las diputaciones después de ser cuestionadas en la esfera política en numerosos debates por partidos como Ciudadanos. No obstante, la Diputación ha invitado al acto a todos los presidentes al margen del color político que tengan sus diputaciones, según indican fuentes del Palacio Provincial.
El PP trata de defender a capa y espada el último bastión que le resta de un imperio que los populares han visto mermar en la provincia tras perder grandes ayuntamientos en las últimas municipales y autonómicas al tiempo que abandonaban el Consell para dar paso a un bipartito dominado por el PSOE y Compromís.
