La Generalitat valenciana y la catalana han acordado este lunes normalizar relaciones entre ambos gobiernos autonómicos tras "mucho tiempo de incomunicación injusta", que "ha perjudicado gravemente a catalanes y valencianos".

Así lo han indicado en una rueda de prensa los presidentes valenciano y catalán, Ximo Puig, y Carles Puigdemont, respectivamente, que se han reunido este lunes en Valencia para abordar intereses comunes, participar en la cumbre del Foro Valenciano por el Corredor Mediterráneo y firmar un convenio de colaboración entre las dos autonomías en materia de turismo.

El presidente catalán ha regalado a su homólogo valenciano un ejemplar de 'Catalunya 1707-2014. La pervivència d'una nació', mientras que Ximo Puig le ha obsequiado con un ejemplar de la 'Crònica de Jaume I'. Asimismo, Puigdemont ha firmado en el libro de honor del Palau de la Generalitat donde ha plasmado "el reto de un futuro que valencianos y catalanes tenemos la vocación y el deseo de compartir".

Ximo Puig ha agradecido "profundamente" la visita de Carles Puigdemont para mantener "una cita histórica" tras "desgraciadamente mucho tiempo de incomunicación grande entre la Comunitat Valenciana y Cataluña, que ha perjudicado gravemente a catalanes y valencianos".

"Se ha abierto un nuevo tiempo de normalización de relaciones, de fuerza común y de alanzas por el progreso social de nuestras comunidades", ha manifestado el jefe del Consell. Para ello, ambos presidentes se han comprometido a mantener reuniones bilaterales semestrales.

Puig ha hecho hincapié en los "intereses comunes" de las dos comunidades. "A quien más le vendemos y más le compramos es a Cataluña", ha señalado. En esta misma línea, ha dicho que estas dos autonomías son "comunidades con vigor, con crecimiento y exportaciones por encima de la media española".

"Somos comunidades que tienen una gran trascendencia y no queremos seguir trabajando sin mirarnos a los ojos", ha resaltado. También ha manifestado que "en estos momentos si hay una cosa que demuestra que funciona son los gobiernos autonómicos, que sostienen la arquitectura institucional de España".

Por su parte, Puigdemont, quien ha recordado que el 18 de mayo mantuvieron el primer encuentro en Cataluña, ha manifestado el "compromiso histórico para revertir la incomunicación injusta para las instituciones, pero sobre todo injusta para los ciudadanos porque esto ha mermado muchas posibilidades".

A su juicio, "hoy un día histórico" y "hacemos las instituciones lo que es normal para la sociedad civil". Al respecto, ha dicho que lo hacen "con un punto de tristeza porque llegamos los últimos", pero también "con la ambición de liderar todo lo que nos corresponde".

Ximo Puig, inquirido por si una declaración soberanista de Cataluña podría afectar las relaciones entre ambos gobiernos, ha respondido que su Gobierno mantendrá "una relación estrecha con Cataluña en cualquier circunstancia". En cualquier caso, ha subrayado: "A los valencianos nos gustaría que Cataluña forme parte de España".