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El cambio en Economía se salda sin resolver la crisis de la principal fuerza de Compromís

El alcoyano Rafa Carbonell deja la jefatura de gabinete del conseller Climent

El cambio en Economía se salda sin resolver la crisis de la principal fuerza de Compromís

Los movimientos en Economía, uno de los departamentos clave en la gestión del Consell, se saldan sin resolver los problemas internos que lastran al Bloc, principal fuerza de Compromís y el partido con más altos cargos en esa conselleria. El Diari Oficial de la Comunitat (DOCV) publicó ayer el cese del alcoyano Rafa Carbonell como jefe de gabinete del conseller Rafa Climent y su sustitución por Josep Jordà, hasta ahora dedicado a tareas parlamentarias. Una salida prevista desde el último congreso del Bloc cuando Carbonell pasó a coliderar el proyecto junto a Àgueda Micó como opción de consenso para tratar de cerrar las heridas de la formación, pero que durante las últimas semanas ha generado un ambiente de tensión que ha vuelto a alimentar las diferencias internas y las discrepancias económicas dentro de la organización nacionalista.

Hay preoupación en el Consell por la inestabilidad de un departamento que lejos de convertirse en un motor para cimentar la recuperación económica y la creación de empleo se ha convertido, hasta ahora, en un foco de conflicto casi permanente. El cese de Carbonell era una condición aprobada en el último congreso del Bloc, formación que incluyó la obligación de que los principales dirigentes de su ejecutiva no podían ocupar a la vez cargos públicos. Sin embargo, la salida del que fuera vicealcalde de Alcoy se ha demorado cerca de cuatro meses en medio de un intenso debate dentro del Bloc Nacionalista que tiene como trasfondo los «compromisos» del sector mayoritario, controlado por Micó, para liberar con sueldo a siete miembros de la ejecutiva, además de los dos máximos dirigentes; y además también generar una estructura con un trabajador a sueldo por comarca. Eso supone un «ejército» de 40 personas en nómina, algo que el sector crítico de Carbonell -partidario de crear una organización potente pero más modesta- cree insostenible desde el punto de vista económico.

Los críticos vinculan las decisiones del grupo de Àgueda Micó -con el visto bueno, entre otros, del conseller Vicent Marzà o de Fran Ferri, el síndic parlamentario de Compromís- a un intento de sumar tropa en el pulso por el control del Bloc. Una pugna interna en la que este sector también enmarca la elección de Enric Nomdedeu como secretario autonómico de Empleo, un puesto clave para el futuro de la conselleria de Economía y que aún debe nombrar a un cargo de confianza para trabajar junto al hasta ahora vicealcalde de Castellón.

No estamos ante una cuestión menor. Ni mucho menos. El objetivo de los cambios que el jefe del Consell, Ximo Puig, y la vicepresidenta Mónica Oltra pactaron a principios del mes de agosto pasaban por reforzar al máximo la conselleria de Economía. Algo que han logrado en parte reduciendo la tensión con el relevo de María José Mira como número dos -ahora en el departamento de Hacienda- pero que continúa latente por los problemas dentro del partido que aporta la mayoría de altos cargos de la consellería.

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