El exgerente de la empresa pública Imelsa y cerebro de la red corrupta que se originó a través de esa mercantil, Marcos Benavent, afirmó ayer que el cobro de comisiones ilegales del 2 ó 3 % del valor de los contratos adjudicados desde la administración pública, así como el uso de cajas opacas o «B» eran prácticas habituales en el PP de la ciudad de Valencia y también de la provincia. Marcos Benavent realizó estas declaraciones a los periodistas a la salida del Juzgado de Instrucción 18, que investiga el denominado caso Imelsa, donde ha comparecido durante más de dos horas como imputado en la pieza separada sobre la contratación de supuestos empleados «zombis», los que cobraban sin tener que ir a trabajar a la mencionada mercantil, dependiente de la Diputación de Valencia.

«El dinero que contaba -en referencia a unas grabaciones que constan en el sumario- procedía de comisiones, el famoso 3% ó 2% de todo el mundo», ha asegurado Benavent, quien ha reconocido posteriormente que «había caja B en todos los sitios». Esa «caja B» estaba controlada por «quienes estábamos en el partido», afirmó Benavent, quien por este motivo le parecería «lógica» la imputación de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en esta causa. En la pieza separada del caso Imelsa en la que declaró Benavent figuran una veintena de imputados, entre ellos el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus y el que fuera su jefe de gabinete Emilio Llopis, y el empresario Jose Adolfo Vedri, que también está citado hoy a declarar.

Benavent detalló al juez y a los abogados presentes que fueron Rus y Llopis principalmente quienes le ordenaron realizar contratos de forma irregular desde Imelsa, aunque explicó que todas las fuerzas políticas con representación en la Diputación se beneficiaron de esas contrataciones. Asimismo, reconoció que Imelsa también pagó nóminas de empleados de otras empresas, como Engloba, dirigida por Vedri, si bien en este caso lo hizo como favor personal a un amigo. «Había gente que no podía ir a trabajar y necesitaba una nómina, se asumía y se pagaba. Eran favores personales, quien me daba el currículum sabía lo que hacía», explicó el imputado.

Preguntado por el caso concreto de la diputada de Esquerra Unida Rosa Pérez, denunciante del caso, Benavent contestó: «Se le contrató un asesor a media jornada. Tengo constancia de que el chico iba a trabajar». A preguntas de los periodistas se refirió a la posibilidad de que el ex secretario general y actual presidente provincial del PP en Valencia, Vicente Betoret, quizá conociese las contrataciones irregulares porque «estaba en la cocina de muchas cosas». Sobre el cobro de comisiones ilegales y el recorrido posterior de ese dinero, Benavent relató: «Yo llevaba el dinero y supongo que la gente que llevaba el partido ya distribuiría y haría sus pagos, pero no tengo ni idea». «Del 3 % algo me quedaba, el resto lo entregaba a políticos, en restaurantes, en el coche o en despachos oficiales», apuntó.