La Diputación de Alicante pondrá en marcha una iniciativa en el mes de octubre -otra más- para reivindicar su supervivencia, poner en valor su importancia para los pequeños municipios y, de paso, acallar las voces críticas que abogan por su desaparición. La institución provincial ha organizado el Foro «Historia, presente y futuro de las Diputaciones en la España del Siglo XXI», en el que distintos expertos expondrán su punto de vista sobre las corporaciones provinciales y analizarán sus retos a corto, medio y largo plazo.
La jornada arrancará el 5 de octubre y finalizará un día después. Su objetivo es evidente, tal y como ha podido saber este diario. «En los últimos años la existencia y la utilidad de las diputaciones ha sido un asunto recurrente en el debate político. Sin embargo, en los últimos meses se ha puesto todavía más en cuestión el trabajo que realizan estas instituciones. Por un lado, la aparición de casos de corrupción y la crisis social, política e institucional que vive España han transformado el contexto político en un paradigma multipartito donde se cuestiona el funcionamiento del Estado», apuntan desde la corporación provincial.
Y añaden: «Este foro pretende ser una contribución al esclarecimiento y reafirmación de los perfiles institucionales de las diputaciones provinciales en cuanto a entes territoriales intermedios y su labor descentralizadora de la acción administrativa de las comunidades autónomas en su labor de una mejora de los servicios públicos y una más eficaz solución de las necesidades ciudadanas».
El discurso es claro. En una época en la que los nuevos partidos abogan por la desaparición de las diputaciones, el autoproclamado «gobierno provincial» quiere convertirse en un altavoz para dar a conocer su día a día, así como su importancia para los pequeños y medianos municipios de la provincia.
Para conseguirlo, la institución contará en ese foro con distintos expertos de toda España. Catedráticos de Derecho Administrativo, secretarios de distintas corporaciones provinciales del país, presidentes de diputaciones, un letrado del Consejo de Estado y ponente de la Constitución Española... Incluso cabe la posibilidad de que acuda el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, si la agenda se lo permite. En caso contrario, su lugar en la clausura lo ocupará su número dos, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. Ambos, por cierto, se han convertido en blanco de las críticas en la Comunidad durante los últimos años por su negativa a reformar el sistema de financiación autonómica. Ese modelo maltrata a la Generalitat año a año, le supone un quebranto anual de unos 1.300 millones de euros y, para colmo, está caducado desde 2014. No obstante, las dificultades económicas por las que atraviesa España y la guerra que se abrirá entre comunidades una vez que se estudie el nuevo sistema «animaron» al actual Gobierno en funciones a posponer el nuevo modelo de reparto de fondos.
El foro que ha promovido la Diputación -y en el que participan la Fundación Gobierno y Democracia Local, y la Federación Española de Municipios y Provincias- llega además en un momento de tensión institucional entre la propia corporación y la Generalitat. Sobre todo, por los decretos que ha aprobado el Ejecutivo de Ximo Puig y que, en la práctica, le han permitido disponer de fondos de la institución en turismo y deportes. Y eso, sólo por ahora.
