Apenas 24 horas después de que Mariano Rajoy fracasara en su sesión de investidura, otro expresidente visitaba Valencia. Inevitable, pues, que José Luis Rodríguez Zapatero se pronunciase ayer sobre los futuros designios del país, aunque lo que sí que esquivó fue el nombre del partido con el que, a su entender, debería pactar el PSOE para intentar un gobierno alternativo al del Partido Popular. A pesar de que el socialista no se «mojó» en este sentido, sí quiso lanzar un mensaje al secretario general de su formación: «Pactar no es traicionar».

Zapatero dejó así la puerta abierta a distintas interpretaciones, entre las que se podría encontrar una que en los últimos días ha tomado fuerza en el seno del PSOE: la de replantearse el «no es no» y evitar así unas terceras elecciones. El hecho de que algunos sectores busquen una abstención después del 25 de septiembre, tras las elecciones gallegas y vascas, ha provocado una fractura interna del Partido Socialista. Desde estas facciones abogan por negociar algunas reformas a cambio de evitar unos nuevos comicios, temiendo que la ciudadanía castigue aún más a la formación socialista si esto ocurre.

Sobre esto sí se mostró contundente el exlíder del PSOE: «Antes de pasarse por la cabeza convocar a los ciudadanos por tercera vez, tenemos que convocar a la responsabilidad de los partidos, y tengo el convencimiento absoluto de que los ciudadanos van a respaldar una salida que no sea la electoral», lanzando el guante así a Sánchez para que afloje su posición y esquive los comicios a toda costa.

Así, el escenario que pinta el expresidente pasa por que tres de los cuatro partidos se entiendan, aunque no quiso desgranar qué trío es el que más le gusta. Insistió Zapatero en que «repetir elecciones impactaría de manera seria en el futuro de nuestra democracia, en la confianza entre representantes y representados», al tiempo que advirtió de que «todos han de contribuir» al diálogo, aunque éste no sea «fácil». «Con algunos es más complicado que con otros, como se ha visto», expuso Zapatero momentos antes de participar en el debate de l'Escola d'Estiu organizado por el PSPV.

Preguntado por si Mariano Rajoy debe dar un paso atrás para posibilitar un pacto PP-PSOE, el exlíder socialista volvió a salir por la tangente y señaló que esto «suscitaría todo un debate», pero que él ya no está «en los despachos». Añadió que «hay que interiorizar primero la situación, pero no para la investidura sino para toda la legislatura, dure lo que dure», apostilló el expresidente.

Con todo, Zapatero insistió tanto en los minutos previos a su debate como durante el mismo, que lo urgente es acometer esas «carpetas pendientes de nuestro país». En este sentido, aludió a Ximo Puig, con el que mantiene una estrecha relación, cuando se refirió a los problemas que están sufriendo los presidentes autonómicos. «Tienen que afrontar por su cuenta políticas sociales o de formación para el empleo, como ocurre en la Comunidad».

Por su parte, Puig manifestó que «hay que saber gestionar la diversidad», en referencia al gobierno de coalición que dirige. «Es necesario recuperar los principios republicanos para no instalarse en el conservadurismo, sino estar en debate permanente de ideas». El presidente fue uno de los barones socialistas que esta semana abogó por abrir el melón de la negativa rotunda de Sánchez a Rajoy, y plantear otras alternativas.