Madrid, con Bárcenas, y Valencia, con Taula amargaron el segundo día de investidura al candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, quien el día anterior había dedicado a este tema 90 segundos de un discurso de más de hora y cuarto.

En su turno por la mañana, el líder del PSOE Pedro Sánchez recordó el «Luis, sé fuerte» que Rajoy le envió a Bárcenas por mensaje. Sánchez leyó en la tribuna un listado de todos los delitos por los que está imputado el PP: cohecho, fraude, estafa, blanqueo... «¡Pero si es todo el Código Penal, señor Rajoy!», ironizó.

«El problema no es que los socialistas no confiemos en usted, el problema es que usted no es de fiar», arremetió el secretario general del PSOE. La mayoría de delitos recogidos en esa lista son los que afectan al PPCV, con el grupo municipal de la capital al completo imputado por blanqueo de capitales y el expresidente de la diputación en la misma situación judicial. De la exalcaldesa y la otrora mano derecha de Rajoy Rita Barberá se espera que llegue su citación en breve, ya que hasta ahora su condición de aforada ha retrasado su investigación.

Baldoví

Por otro lado, el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, hizo un llamamiento a las formaciones que votaron «no» a Mariano Rajoy para abandonar el «tacticismo» y hacer un «esfuerzo» para «construir una alternativa de cambio». «Tenemos una obligación moral con nuestros votantes y con los ciudadanos», avisó en su intervención en el debate de investidura, dirigiéndose a la bancada izquierda del hemiciclo del Congreso, en la que se sientan los socialistas, para pedirles que sean «valientes y coherentes con su ideología» y exploren junto al resto de formaciones que votar.