El plan estrella de la Diputación de Alicante para plantar un millón de árboles en la provincia se ha ido al traste. Sólo cuatro ayuntamientos alicantinos se han sumado a este proyecto para repoblar espacios forestales, un objetivo personal del presidente, César Sánchez, que anunció un millón de euros para la reforestación de zonas verdes de los que únicamente se utilizarán 161.000 euros.

El plan para plantar un millón de árboles en los distintos territorios alicantinos, anunciado en abril por la Diputación Provincial, tenía como objetivo impulsar zonas verdes en áreas urbanas y espacios forestales y dotar así de un nuevo pulmón a la provincia. El objetivo era reducir un 40% las emisiones de CO2 antes del año 2030 y se trataba de un proyecto personal de César Sánchez, socio de Greenpeace, que se ha topado con la falta de interés de los municipios. Sólo Altea, Santa Pola, El Verger y Mutxamel se han acogido a estas ayudas y recibirán entre todos 161.000 euros. La convocatoria tenía coste cero para los ayuntamientos.

Ayer, fuentes del entorno del presidente lamentaban la «falta de sensibilidad» de los consistorios y tildaban de «decepcionante» el «poco interés» mostrado para la reforestación en un verano caluroso, donde hay grandes problemas de sequía e incendios. Sin embargo, otros alcaldes consultados destacaron que hay municipios con otras prioridades y que es preferible invertir más en prevención.

El remanente de tesorería de la Diputación obligó a la institución a prever más de 30 millones en inversiones financieramente sostenibles, es decir, aquellas que no necesitan de un gasto para su mantenimiento. La ley de Montoro de Racionalización y Sostenibilidad obliga a destinar los excedentes de las entidades locales a inversiones financieramente sostenibles, y entre ellas la Diputación reservó un millón de euros para la repoblación forestal. Ante el fracaso del proyecto, la institución busca ya otras inversiones sostenibles a las que derivar los 840.000 euros restantes inutilizados y revisará las partidas que se han quedado cortas por falta de presupuesto por si fuera necesario hacer un trasvase de esos fondos, según apuntan desde Presidencia.

Para el portavoz del grupo socialista en la Diputación, José Chulvi, este fiasco es una muestra de «cómo se hacen las cosas sin estudiar la demanda de las poblaciones». «Se ha destinado una cantidad importante a un proyecto que no ha contado con acogida, mientras que otras necesidades como ciclo hídrico o caminos tienen mucha demanda y es donde más habría que invertir», señaló. Destacó que respecto al cuidado de la masa forestal es más importante la limpieza, la protección y el mantenimiento de los cortafuegos que la plantación de árboles.

Desde Compromís, su diputado José Manuel Penalva, puso también el acento en la prevención y necesidades concretas de cada zona. «No puedes decir que vas a plantar un millón de árboles y ya está sin tener en cuenta las necesidades concretas», añadió.