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El nuevo perfil de la Diputación

El ala cristiana del PP no «comulga» con la visión social mostrada por el presidente de la institución

Un cambio de cara con gestos de apoyo al colectivo de gays y lesbianas, a las asociaciones que luchan contra el maltrato animal o a las familias monoparentales. El presidente de la Diputación de Alicante, el popular César Sánchez, ha abierto las puertas del Palacio Provincial a sectores a los que la institución no había mirado de frente, aunque eso le haya costado enfrentarse al malestar del área cristiana de su partido en la provincia, que le ha transmitido sus suspicacias ante otros valores que el PP siempre ha defendido.

Después de poco más de un año al frente de la institución provincial, este político de voz inalterable, descendiente del campsismo y alcalde a su vez del municipio de Calp ha intentado sumar nuevas visiones sociales al órgano que preside. Influido por su formación como sociólogo, su pasión por los animales, su carné de socio de Greenpeace -asociación a la que pertenece desde hace diez años- y sin olvidar que colectivos son votos, el perfil de Sánchez como presidente de la Diputación ha generado algunos picores en el ala democristiana de su propio partido.

El primer cartel institucional para celebrar el Día de la Familia, con su respectiva cuña de radio, tuvo en cuenta otros núcleos familiares como los formados por un padre, una madre, dos papás o dos mamás. El póster con el anuncio del evento recogía con dibujos a niños con sus diferentes padres y madres y entre ellas estaban, junto a la familia tradicional, las parejas homosexuales o los padres y madres solteros o divorciados.

Jornadas y actos culturales

Esta campaña es la que sirvió para promocionar unas jornadas de puertas de abiertas que se celebraron en la Diputación el fin de semana del 14 y 15 de mayo. El mensaje y su transfondo chocaron con uno de los ejes férreamente defendidos por el PP, como el matrimonio tradicional. Fue el PP el que llevó al Constitucional la ley de José Luis Rodríguez Zapatero que legalizó el matrimonio homosexual.

Poco después, el presidente convocó en la Palacio Provincial a representantes del colectivo LGTB Diversitat, a quienes mostró -con comparecencia pública incluida- el respaldo de la Diputación en la defensa de la igualdad con motivo del Día del Orgullo Gay y tras los asesinatos en una discoteca frecuentada por homosexuales de Orlando. El presidente Sánchez destacó que el «gobierno provincial gobierna para todos, sin excepción».

El acercamiento a la población homosexual y bisexual encajaba a su vez, perfectamente, en el juego de enfrentamientos que han mantenido todo este año Sánchez y el jefe del Consell, Ximo Puig, ya que la Generalitat prepara una ley que adapta la cobertura sanitaria a históricas reivindicaciones de los transexuales.

Otro guiño que la Diputación ha hecho es a las asociaciones que luchan por los derechos de los animales. La institución acaba de poner en marcha una campaña de prevención del abandono de animales ante el desamparo en el que quedan más de 8.000 mascotas cada año en la provincia. El presidente abrió su despacho a colectivos animalistas y mostró su respaldo al partido animalista PACMA y a asociaciones como Asoka, Cinco Hocicos, Felinos Lo Morant o Galgos 112 en un acto organizado por la Diputación, que prevé otro encuentro en otoño entre familias, asociaciones y protectoras de animales abandonados para que las personas que lo deseen puedan adoptar mascotas.

El de Sánchez es un gobierno que se vanagloria, además, de haber decidido excluir a los políticos de la mesa de contratación, medida que se ligó a la transparencia, según la versión que dio la institución. Lo que sí ha hecho este gobierno en ese sentido es crear la primera ordenanza de transparencia de la Diputación de Alicante, elaborada por el área que dirige el diputado popular Adrián Ballester y aprobada por unanimidad en el pleno de la institución.

La modernidad que busca transmitir el presidente de la Diputación no está exenta de polémica en el día a día, y algunos de los puntos más criticados por la oposición han sido los costes para reforzar la imagen del presidente o para dar visibilidad a los actos propios del equipo de gobierno, para lo que se han potenciado las actividades propias. Es una imagen ya habitual ver los fines de semana o festivos los jardines de la Diputación convertidos en espacios gastronómicos, en un lugar de encuentro para familias, niños o con actos musicales, sin contar con los organismos autónomos dependientes de la institución provincial encargados de la gestión cultural.

Sánchez, presidente de una institución que supone el último bastión que controla el PP en la provincia de Alicante desde las últimas elecciones autonómicas tiene, y así intenta plasmarlo, su propio perfil.

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