Última tragedia para las arcas públicas valencianas. Cristóbal Montoro ataca de nuevo. Esta vez, el ministro no lo hace directamente, sino a través del secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. El alto cargo mantuvo la tarde del miércoles una videoconferencia con el conseller valenciano de Hacienda, Vicent Soler, que se resume en exigir al Consell que se apriete aún más el cinturón.

En concreto, lo que el Gobierno de Mariano Rajoy reclama a la Generalitat es nuevas medidas de ajuste -más recortes- y que cierre el presupuesto ya, igual que él lo ha hecho atendiendo a las recomendaciones de Bruselas para contener el déficit público.

Esto significa en la práctica paralizar todas las inversiones pendientes de la Generalitat en la Comunidad Valenciana y «multitud de actuaciones en marcha o previstas en beneficio de las familias y de los sectores productivos valencianos».

Así se lamenta el conseller Soler en la carta que ayer envió al secretario de Estado, en la que le hace saber «la profunda preocupación» causada en el Consell por las peticiones de la videoconferencia, la segunda entre los dos altos cargos y ambas del mismo cariz. En la primera, en abril, Beteta la exigió el acuerdo de no disponibilidad. Esto es, el plan de ajuste de 78 millones junto a otros 93 en cartera.

El conseller recuerda además que la Comunidad Valenciana está infrafinanciada, por lo que la petición es «profundamente injusta». «Otorgar a todas las comunidades autónomas un tratamiento uniforme sin tener en cuenta la situación de partida de cada una de ellas únicamente puede originar mayores y profundas desigualdades», reprocha Soler.

Exigir un déficit igual a todas las autonomías es algo imposible de aceptar para «el Gobierno de los valencianos». «En nuestra conversación -le recuerda al secretario de Estado- te trasladé el enorme malestar social, civil, que la Generalitat comparte y hace suyo, con este estado de cosas».

La Comunidad Valenciana está lejos del objetivo de déficit impuesto (o,7%), pero ha conseguido una reducción importante en el último año. El conseller traslada en su escrito a Beteta que la intención -lo comparte la policía fiscal creada por Montoro, la Airef- es cerrar con un 1,4%. Siempre sin contar que lleguen los 1.325 millones de euros ficticios de la infrafinanciación que el Gobierno central no reconoce.

Visibilizar el problema

Puede parecer una cifra elevada, pero la Comunidad Valenciana viene de un 2,51% de déficit en 2015, así que la reducción es más que notable, un 1,1% que se traduce en 1.100 millones de inversión. Un esfuerzo mucho mayor del exigido en la legislatura anterior, denuncia el conseller, cuando gobernaba el PP.

¿No propuso el presidente Ximo Puig ir a Madrid a hacer visible «el problema valenciano»? Ya tiene un argumento más, si había pocos.