Apenas unas horas después de hacerse pública la decisión de la Comisión de Garantías de Podemos Autonómica de expulsar a la exconcejala de Guanyar Alacant por negarse a entregar su acta municipal tras la polémica por las adjudicaciones a una empresa afín, la propia Nerea Belmonte «tomó» la palabra. Lo hizo a través de un comunicado de prensa, en el que anunció que recurrirá su expulsión del partido ante la Comisión de Garantías Estatal y, además, amenazó con acciones judiciales contra «aquellas personas que de forma malintencionada hayan intentado o intenten ensuciar mi honor o mi imagen». «Esta caza de brujas ha durado más que suficiente y no voy a tolerar que se manipule la información para manchar mi nombre», aseguró Belmonte, quien afirmó que en los próximos días hará pública toda la documentación sobre el proceso de investigación de la Comisión de Garantías para que «la gente» tenga toda la información a su disposición «para poder opinar libremente». La edil tránsfuga quiso subrayar su «lealtad» al partido, en referencia a la última cita electoral: «No voy a permitir por más tiempo ataques gratuitos sin defenderme ante las mentiras».

A última hora del pasado viernes, la gestora de Podemos Alicante informó a través de su cuenta en Twitter que el órgano disciplinario había decretado la expulsión de Belmonte tras su negativa a entregar el acta, tal y como le había pedido Guanyar Alacant -la coalición con la que se presentó a las elecciones municipales-, la propia gestora e incluso el secretario autonómico de Podemos, Antonio Montiel. Belmonte, desoyendo todas esas peticiones, decidió a principios de este año mantener su acta municipal, pese a las adjudicaciones a una empresa afín, y pasar así a ser concejal no adscrita.

Su expulsión, sobre la que cabe recurso y que se suma a la oficial de la diputada autonómica Covadonga Peremarch por un pucherazo interno en el partido, deja a Podemos sin ningún representante en el Ayuntamiento.