El secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo PuigXimo Puig, aprovechó ayer el comité nacional de su partido para poner encima del tapete, de nuevo, la discriminación histórica a la que se ve sometida la Comunidad Valenciana por parte del Gobierno central. Puig ofreció datos demoledores. Por una parte, habló de la financiación autonómica, hoy por hoy el principal problema que sacude a las arcas del Consell. Si la semana pasada en Torrevieja cifró en 6.900 millones el «expolio» que ha sufrido la Generalitat con el modelo de reparto de fondos aprobado en 2009 bajo la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, Puig echó ayer la vista más atrás y cuantificó en 16.000 millones el dinero que tendría que haber recibido el Ejecutivo valenciano desde 2002 si los respectivos gobiernos centrales hubiesen tenido en cuenta la población de Alicante, Valencia y Castellón. «Somos la única autonomía pobre que aporta como una rica. Si comparamos nuestra financiación por habitante con las autonomías que tienen competencias similares, el déficit de recursos que sufrimos desde 2002 asciende a 16.000 millones de euros», zanjó el líder del PSPV ante la mirada de los consellers socialistas y de un nutrido grupo de altos cargos tanto de la administración como del partido.
El jefe del Consell no se quedó solo ahí. A esos 16.000 millones sumó otros 2.000 que, en teoría, el Ejecutivo de Mariano Rajoy tendría que haber invertido de más en tierras valencianas durante los últimos cinco Presupuestos Generales del Estado. «Durante el Gobierno de Rajoy, el peso de las inversiones del Estado en territorio valenciano se ha situado en mínimos históricos. En contraste con las elevadas inversiones realizadas por el último Gobierno socialista de España (...) el Gobierno de Rajoy ha degradado el proyecto del Corredor Mediterráneo, aplazando una y otra vez la fecha de su conclusión. Tan solo en los cinco presupuestos del PP, el déficit de inversiones del Estado alcanza los 2.000 millones de euros», continuó. En total, la doble discriminación a la que se ha sometido a la Comunidad llega ya los 18.000 millones, según Puig. Una cifra prácticamente idéntica a un presupuesto anual de la Generalitat Valenciana.
Lejos de criticar sin más, el secretario general del PSPV anunció que plantará batalla. A las múltiples reivindicaciones que semana sí semana también viene realizando se añadió ayer otra más. Los socialistas valencianos presentaron una propuesta de resolución para combatir en Madrid el «maltrato» a la Comunidad. «Ofrecemos y exigimos una lealtad de doble dirección desde una tierra agotada de tantas injusticias que ya ha dicho basta», proclamó Puig.
Más allá de los dardos envenenados a Madrid, el secretario general del PSPV también quiso sacar pecho por la gestión de su Consell de izquierdas. Citó la próxima reapertura de Ràdiotelevisió Valenciana, se comprometió a impulsar la Agencia Valenciana de la Innovación y destacó la «refundación» del Instituto Valenciano de Finanzas después de «haber sido utilizado hasta el extremo del escándalo futbolístico», entre otros aspectos.
Valoración electoral
Puig también valoró ayer el varapalo que sufrió el PSPV el pasado 26-J, con la pérdida solo en Alicante de un diputado en el Congreso (Herick Campos) y la senadora Encarna Llinares. Sin embargo, prefirió apelar al optimismo. «Es cierto que hoy la contribución del PSPV al total de votos del PSOE es superior a la de anteriores elecciones. Pero ningún resultado electoral es positivo para un socialista si no consigue los votos que le permitan comenzar a mejorar las vidas de las personas», sentenció, a la vez que lanzó un mensaje a Compromís, su socio de gobierno en la Generalitat. «El resultado nos ha de servir para reconocer que somos la principal fuerza de la izquierda», concluyó el presidente.
