Todos los grupos con representación en Las Cortes Valencianas salvo el PP (PSPV-PSOE, Compromís, Ciudadanos y Podemos) respaldaron ayer el dictamen de la comisión parlamentaria de investigación sobre el accidente de Metrovalencia de 2006 en el que murieron 43 personas, que considera que la tragedia fue «previsible y evitable». Entre los 13 responsables políticos señalados en este dictamen aprobado ayer en la comisión constan el expresident de la Generalitat Francisco Camps, los exvicepresidentes Juan Cotino y Víctor Campos o el exportavoz del PP en Las Cortes Serafín Castellano. Para el PP, las conclusiones de la comisión son un error por estar cargadas de juicios de valor y opiniones al señalar «responsabilidades políticas sin nexo de causalidad con los hechos», aunque «si son útiles para las víctimas como reparación moral es suficiente para considerarlas un éxito».

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro, Rosa Garrote, espera que el dictamen de esta comisión sirva al juzgado para derivar alguna responsabilidad penal. A la conclusión de dicha comisión, Garrote, que acudió como invitada, mostró su satisfacción y aplaudió que «cuatro partidos hayan sido capaces de trabajar codo con codo con el único objetivo de buscar la verdad».

La portavoz socialista, Ana Barceló, afirmó que las conclusiones de la comisión de investigación de 2006 fueron «irrisorias» y que únicamente pretendieron «salvar a Camps y evitar que su pésima gestión se lo llevara por delante». A su juicio, «en lugar de gestionar los efectos del accidente con humanidad y sensibilidad el PP, preocupado por la visita del papa, activó un operativo destinado a pasar página rápidamente».

Isaura Navarro (Compromís) lamentó la desaparición y la destrucción de pruebas, dijo que el accidente era «evitable con la mera programación de una baliza», mostró fotos de personas accediendo al vagón siniestrado en las dependencias de FGV y advirtió de «algunos hechos tenebrosos que acompañan a este caso». «Gracias a esta comisión hemos sabido que hubo descoordinación en la atención a las víctimas, que el gobierno valenciano ofreció favores y que hubo interés en no alarmar a la población porque el accidente no encajaba en la Valencia feliz que quería vender Camps», agregó.

El portavoz de Ciudadanos, Alexis Marí, denunció la «voluntad inequívoca de mentir» por parte del gobierno de Camps en 2006 y lamentó que el PP siga sin pedir perdón por ello. «Camps articuló la mentira más grande jamás contada. O mentía o era un inútil», insistió Marí.

La diputada de Podemos Fabiola Meco, criticó que se «manipulase» la comisión de 2006, se incumpliera la ley de prevención de riesgos, se tratara de ocultar lo sucedido, incluso el nombre de la estación, y se propiciara un apagón informativo en RTVV. «Quedan interrogantes de por qué no fueron los forenses quienes levantaron los cadáveres, por qué no se custodiaron las pruebas judiciales, se destruyó el vagón y se borraron datos de la caja negra», añadió.

Para el portavoz del PP en la comisión, Alfredo Castelló, la línea 1 era segura porque no hubo un accidente en ese túnel hasta el 3 de julio de 2006. Pese a denunciar el «veto» de comparecientes y documentos por parte del resto de grupos e insistir en los detalles de su voto particular, Castelló afirmó que la comisión ha sido útil porque ha servido «de descanso para las víctimas», y ha pedido disculpas por si «se ha transgredido algún límite en el fragor del debate».