El ex secretario general de la Conselleria de Bienestar Social Ramón Doménech declaró ayer que le sorprendió que numerosas empresas de la construcción se interesasen por el negocio de las residencias para personas dependientes y aseguró que «apretaban» por el negocio. Doménech hizo estas afirmaciones durante su declaración en la comisión parlamentaria que investiga el proceso de adjudicación de 9.000 plazas de residencias de accesibilidad para personas dependientes en 2003, en concreto a los centros del grupo Savia. Este grupo empresarial estuvo formado por diez constructoras, entre ellas las de la familia de Juan Cotino y del empresario Enrique Ortiz, ambas procesadas por supuesta financiación ilegal del PP. «El negocio de las residencias estaba alejado del de la construcción; cuando pregunté me dijeron que estas empresas pensaban en un mayor recorrido de este negocio. Me sorprendió que gente acostumbrada a construir y cobrar, a hacer dinero a corto plazo, apostase por un ciclo largo», añadió.