La pequeña remodelación del Consell para «mejorar el engranaje» tras 367 días de gestión se gestará en el seminario que el Gobierno valenciano realizará en Torrevieja los próximos 9 y 10 de julio, según dejó entrever ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que todavía no ha descartado ni el desdoblamiento de áreas.

Pero las dos posibles destituciones de altos cargos por posibles incumplimientos de l'Acord del Botànic las tendrá que justificar la Conselleria de Transparencia, que investiga en estos momentos a la secretaria autonómica de Sanidad, Dolores Salas, por un contrato de su hija en su departamento, y a la directora general de Internacionalización, Mónica Cucarella, por ocultar que era apoderada de una gasolinera al tiempo que formaba parte de la Conselleria de Economía, según aclaró la vicepresidenta Mónica Oltra, que no se plantea tomar medidas directamente pese a ser dos representantes propuestas para el Ejecutivo por Compromís.

Puig y Oltra defendieron ayer la «cohesión» del Consell y alabaron su trabajo y «su estabilidad y honradez». Ambos presentaron un documento de 146 páginas en el que explicaban los logros del primer año de gobierno. El presidente de la Generalitat atribuyó las fricciones en Sanidad y Economía donde el conseller y consellera no se hablan con sus número dos de distinto color político a problemas entre personas fruto de la convivencia. Y cargaron contra el anterior Consell del PP: «antes el presidente y el vicepresidente no se hablaban y se espiaban. En comparación con ellos somos el mundo feliz», manifestó Puig.

Para Puig y Oltra el mestizaje en las consellerias «funciona» y recordaron que hasta en campaña electoral, la vicepresidenta y el presidente llegaron a participar en un acto de reivindicación juntos pese a ser de partidos distintos. «Es idea se debería exportar».

Para limar estas asperezas, Puig y Oltra preparan cambios que el presidente emplazó al seminario de Torrevieja. «Vamos a reflexionar para mejorar el engranaje», dijo el presidente, mientras que la vicepresidenta matizó que si hay movimientos en el Consell no serán motivados por las elecciones.

Como ha venido contando este periódico, previsiblemente los cambios afectarán a Economía y Sanidad. En ambos casos por los choques internos que han terminado en incomunicación. Aunque fuentes de Presidencia explicaron que los movimientos podrían ir más allá de los departamentos que dirige Carmen Montón y Rafa Climent.

Aunque en este caso podría ser con desdoblamientos de consellerias o incorporación de altos cargos. Puig reconoció que la estructura del Consell es «raquítica» en comparación con otras autonomías. Respecto a la mano dura con los altos cargos que han podido incumplir l'Acord del Botànic, la vicepresidenta emplazó la decisión a los informes de la Conselleria de Transparencia. Según ha podido saber este diario, la investigación sobre Dolores Salas no censurará la actuación de la secretaria autonómica y sólo marca recomendaciones en materia de contratación a Sanidad.

Informe en redacción

En el caso de la directora general de Internacionalización, el informe todavía está en redacción. Tiene una complicación añadida, y es que hay que encajar diferentes tipos de legislación para determinar si ser gerente de una gasolinera siento alto cargo es compatible. Se desconoce si se abordará la ocultación en su declaración de actividades de sus intereses empresariales.

En este caso, la reprobación ética no ha sido suficiente para destituir a esta directora general. Ni habiendo dicho la propia Oltra que vulnera l'Acord del Bontànic. De momento, la única salida del gobierno fue la de María Diago, directora general de Calidad Ambiental, por desacuerdos en el interior de la conselleria.