Que el ministro en funciones de Asuntos Exteriores se tomara el comentario con sentido del humor dio juego para rato y la «gracia» estuvo en boca de muchos después de concluir la reunión del PP. Tras la valoración y análisis de los resultados, que García-Margallo calificó de «éxito rotundo», el presidente provincial del PP se dirigió al ministro y bromeó sugiriéndole una posible presentación de su candidatura como alcalde de Xàbia, actualmente en manos del socialista José Chulvi y donde Margallo tiene una vivienda. Bromas aparte, lo que sí fue cosa seria ayer en la sede del PP es el calor, reflejado en los ventiladores desperdigados por algunas mesas, las camisas de muchos dirigentes y el inseparable abanico de la candidata al Senado por el PP, Asunción Sánchez Zaplana.