El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, se enfrenta en los próximos meses a la resolución de un dilema que sólo puede resolver el propio Echávarri. En un momento especialmente complicado para su partido, el primer edil se lanzará a la arena y dirigirá personalmente la campaña socialista en la capital, según el acuerdo tomado por la ejecutiva local de la formación. Echávarri asume el control de los comicios para el 26 de junio en su condición, a su vez, de secretario general de la agrupación local del PSPV-PSOE. Un cargo que, en estos momentos, el primer edil está meditando dejar cuando se convoque la próxima asamblea para dedicarse en exclusiva a su actividad institucional en el Ayuntamiento de Alicante y a tratar de reforzar su candidatura municipal para los comicios de dentro de tres años.
Fuentes socialistas apuntaron que el munícipe tendrá apoyo para poder combinar durante estas semanas su labor en el consistorio con las Hogueras de por medio -cabe recordar que Gabriel Echávarri es también el concejal de Fiestas- y la dirección de una campaña en la que, es verdad, la organización provincial y autonómica tiene un peso mayor. Forman parte del núcleo duro del equipo electoral, además del alcalde, Enrique Alcaraz, Rafael García Meseguer, Lalo Díez, Antonio Abundio Lara, Eloisa Tur, Carolina Montoya, Lara López, José Antonio Viñes, Rosana Arques y Eduardo Campos. Lo cierto, sin embargo, es que el alcalde de Alicante tuvo que asumir el mando de la campaña después de que tanto la vicesecretaria general y diputada, Sandra Martín, muy valorada por Ximo Puig -preside, en estos momentos, la comisión de investigación del metro- pero alejada desde hace tiempo de Echávarri; como el responsable local de Organización, edil en Alicante y diputado provincial, Carlos Giménez, renunciaran de plano a llevar las riendas de esta nueva cita con las urnas.
Ninguno de los dos, de hecho, figura en el listado de miembros del comité electoral para los comicios del 26J. Tanto Sandra Martín como Carlos Giménez son personas de la confianza del exsenador Ángel Franco. Y, desde luego, estarían en las «quinielas» para suceder a Gabriel Echávarri al frente de la agrupación local del PSPV-PSOE en el caso de que, finalmente, decida dejar ese puesto. Otro de los posibles aspirantes sería Lalo Díez, actual portavoz de la dirección local y un dirigente que mantiene plena sintonía con el alcalde de Alicante. A la vuelta de las elecciones, el proceso congresual de los socialistas se abrirá definitivamente con el congreso federal, el cónclave nacional del PSPV y, finalmente, la convocatoria de la asamblea local de los socialistas alicantinos.
De todas maneras, son unos comicios muy importantes para el PSPV-PSOE y, por extensión, para la formación en la ciudad de Alicante, donde el gobierno se sostiene con una mayoría precaria y en el que los socialistas tienen menos ediles que sus socios. Unas elecciones claves. En función de los resultados, los socialistas se juegan, de hecho, entrar en una etapa de inestabilidad y turbulencias internas. El «sorpasso» que ahora prevén las encuestas en toda España ya se registró tanto en la provincia como en la Comunidad en diciembre cuando la coalición Compromís-Podemos, a la que ahora se ha sumado EU, rebasó con claridad a los socialistas. Abrir una brecha mayor en el liderazgo de la izquierda supondría que el PSPV-PSOE afrontara su proceso congresual en unas condiciones más precarias todavía.
La decisión de Gabriel Echávarri de asumir el control de la campaña, en cualquier caso, es un arma de doble filo. Corre riesgos con una medida que le coloca en el disparadero interno y como blanco de todas las críticas de la agrupación en el supuesto de un mal resultado en los comicios del próximo 26 de junio. Pero, en cualquier caso y como apuntan fuentes de la cúpula local del PSPV-PSOE, es muy posible que el mal resultado socialista sea mal de muchos. No sólo de la ciudad de Alicante sino también de otras poblaciones y también de la Comunidad y de toda España. Así que todos deberán dar explicaciones.
