Gerardo Camps, conseller de Economía durante la etapa de Francisco Camps, alquiló coincidiendo con su mandato en la Generalitat un coche de lujo con chófer privado que pagó con dinero público para, entre otras cosas, participar en actos de su partido en Madrid. El departamento que dirigía el ahora candidato a volver a ocupar un escaño en el Congreso por Alicantecandidato Congreso por Alicante le contrató el vehículo con conductor incluido durante cuatro días, de los que dos estuvo en reuniones en la sede del PP a pesar de que el coche se había abonado con cargo a las arcas de la Generalitat; y otra más la pasó, al menos en parte, en Valencia a pesar de que igualmente se pagó la cuota diaria del vehículo, que tuvo un coste total cercano a los 1.100 euros.
Las facturas en poder de INFORMACIÓN forman parte de la documentación solicitada por el diputado socialista José Muñoz al Consell y ya han provocado una denuncia de Gerardo Camps contra el parlamentario y otra contra la vicepresidente Mónica Oltra por airearlas. El día 3 de septiembre de 2007, con la crisis económica ya en la puerta y con la deuda de la Generalitat creciendo a ritmo desbocado, el subsecretario y la jefa de gabinete de Gerardo Camps firmaron la solicitud para adjudicar el contrato menor de un coche de lujo -solicitaron un Audi 6- para que el entonces conseller lo utilizara en Madrid entre los días 10 y 13 de septiembre. Apenas 24 horas después de completarse el servicio, la mercantil que recibió la adjudicación -habitual entre los contratistas de la Generalitat- le pasó a la Conselleria de Economía una minuta 1.092 euros. Facturó el alquiler de un Mercedes con 26 horas de servicio del chófer incluyendo, además, cuatro dietas de comida para el conductor y 500 kilómetros de rodaje. A la Conselleria le hubiera salido más barato, desde luego, un transporte con taxi. Al precio de Madrid y con esos 1.000 euros, el conseller hubiera podido realizar hasta 50 desplazamientos por la capital.
Pero es que encima, la estancia de Gerardo Camps en Madrid tenía que ver, casi por completo, con asuntos que no se correspondían con su labor como cargo público en la Conselleria. El primer día, como se puede cotejar con la hemeroteca, el ahora número cuatro del PP al Congreso participó en una reunión de la Junta Directiva Nacional de su partido. Gerardo Camps era miembro de la cúpula del PP desde el congreso que se celebró un año antes en Valencia. En la jornada del 11 de septiembre, el conseller acudió a una sesión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, la única entrada de su agenda para la que estaría justificado un desplazamiento con dinero público a la capital. Al día siguiente y a pesar de que el coste del vehículo se abonó a finales de octubre de 2007 por las cuatro jornadas, Gerardo Camps estuvo en Valencia para dar una rueda de prensa sobre el céntimo sanitario. Y, finalmente, el 13 de septiembre volvió a Génova como miembro del comité asesor del programa del PP, un club de quince personas que redactó las propuestas de las populares para los comicios que se celebraron unos meses después y que se saldaron con la derrota de Mariano Rajoy frente a Zapatero. Hubo, incluso, foto de familia en la terraza de la sede del PP.
Hace unos días, Gerardo Camps fue ratificado como miembro de la lista del PP al Congreso por Alicante contra el criterio de la dirección provincial y regional. Todo ello a pesar de que su nombre aparece en la «Operación Taula» y del más de medio millón de facturas en restaurantes de lujo que autorizó desde la Conselleria en los peores años de la crisis. Al entrar en la lista del PP -ya oficial tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia- firmó un documento en el que se compromete a dimitir si acaba imputado.
