El Partido Popular está dispuesto a rebajar al máximo el tono de la carrera hacia las elecciones del 26J, tal y como reconocieron dirigentes populares. Hoy mismo, de hecho, Mariano Rajoy estará en Valencia para un acto de precampaña que, lejos de los baños de multitudes, se concentrará en la visita del presidente del Gobierno a la empresa Air Nostrum, un encuentro con losrepresentantes de la educación concertada -el hueso que está mordiendo el PP para atacar al Consell- y una ruta por una población media como Alfafar, la más grande en manos de los populares en el área metropolitana de Valencia. Lejos quedan los tiempos en que el PP gobernaba la capital del Turia y la inmensa mayoría de las grandes instituciones de la Comunidad lo que, casi siempre, se traducía en actos masivos. Los populares, sin embargo, como admitieron estas fuentes, no quieren hacer demasiado ruido: tratan de fidelizar a sus irreductibles, sacar de la abstención a una porción de los que les han abandonado con un discurso de estabilidad y recuperar parte del voto que se les acabó fugando a la urna de Ciudadanos. Los populares están convencidos de repetir como primera fuerza frente a la coalición «A la Valenciana».
Los socialistas, por su parte, segunda fuerza todavía en España pero ya relegados en la Comunidad frente a la coalición que lidera Compromís junto a Podemos, se van a aferrar a su gestión en el Consell como arma para intentar resistir y no caer más. Cabe recordar, de hecho, que en diciembre se quedaron por debajo del 20% de los votos en el peor resultado desde la Transición. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, va a poner toda la carne en el asador para dar cuenta de su labor en la administración autonómica a lo largo de los últimos doce meses en el bipartito que comparte con Compromís junto a Podemos como apoyo parlamentario. Anoche arrancó su ruta en Albatera y hoy seguirá en Elche. Tan centrado está Ximo Puig en esa tarea que ni siquiera ha modificado su agenda para estar hoy con Pedro Sánchez -la relación entre ambos no es fluida- durante un acto en el municipio de Burjassot.
Ese será el elemento central de la campaña de los socialistas. Durante una conferencia junto a la consellera de Medio Ambiente, Ximo Puig aseguró ayer que la etapa de cambio político en la Comunidad «no ha hecho más que comenzar» e insistió en que ahora de lo que se trata es de conseguir «la reparación, reconstrucción y renacimiento de la Generalitat». Para Puig, hace un año que se produjo «un cambio» en la Comunidad porque la sociedad valenciana dijo que «ya estaba bien de corrupción, de política contra las personas y de recortes» lo que supuso el inicio de «una nueva etapa» que, según remarcó, el Consell está viviendo «desde el diálogo». En este sentido, el dirigente autonómico destacó que con el cambio comenzó una nueva etapa en la Comunidad que «quiere recuperar la buena reputación de los valencianos». «Es una etapa que no ha hecho más que comenzar y ahora de lo que se trata es de la reparación, reconstrucción y renacimiento de la Generalitat», remarcó el presidente.
Frente a este panorama, los socialistas se enfrentan a una amenaza que apunta de forma directa a su estabilidad política. La coalición Compromís-Podemos ya les arrebató en diciembre la segunda posición en la Comunidad y ahora con EU puede dejar al PSPV, además, sin ningún senador electo. Pero, además, la formación, sumando a Esquerra Unida, se ha marcado otro objetivo todavía mayor: intentar disputarle al PP la victoria en los comicios del 26J. Para Ciudadanos, siempre muy valorado en las encuestas y en el punto de mira del PP, un buen resultado en esta cita sería tratar de resistir y mantener las posiciones que ya conquistó en los comicios del mes de diciembre.
