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Rafael Vicente Queralt

«Avisamos de la elevada deuda y la corrupción, pero nadie nos hizo caso»

Síndic Major de Comptes de la Comunidad. Dirige un grupo de 90 personas que fiscaliza los 18.000 millones que mueve la Generalitat al año y a más de 500 ayuntamientos

Rafael Vicente Queralt, durante la entrevista.

Tras 16 años al frente del órgano de fiscalización de las cuentas públicas valencianas, Rafael Vicente Queralt cumple el último sexenio para el que fue elegido. Exgerente de la Universitat Jaume I e interventor de la Diputación de Castellón no está dispuesto a seguir en funciones mucho tiempo mientras los partidos se ponen de acuerdo para elegir a los tres nuevos síndics. Propone que se les designe ya y después se marchará. Como fecha tope, el 30 de junio.

¿En qué situación queda la Sindicatura de Comptes?

Me gustaría no transmitir la idea de que abandono. Todo lo contrario. Estaré aquí hasta la fecha que la ley me obliga. He dado 15 días o lo que haga falta para que los partidos elijan a los síndics, pero no quiero ni la interinidad ni seguir de forma provisional hasta que se apruebe la ley, porque su tramitación creo que va a ser larga.

¿Le están presionando para que siga al menos dos meses?

A mí la ley me manda que tengo que estar hasta que se elijan nuevos síndics, pero no quiero que la elección se posponga a la aprobación de la nueva ley (de Podemos que tramita las Cortes) porque puedo estar muchísimo tiempo. No me encuentro con fuerza para seguir y creo que tiene que producirse una renovación porque el Síndic Major es una figura fundamental. Dos meses es lo que Montiel cree que tardará en tramitarse la ley. Ojalá. Pero para mí dos meses es excesivo. Hay una razón adicional y es que en esta casa entra el 30 de junio la cuenta general de la Generalitat y a partir de ese día se desencadena todo el proceso de fiscalización del sector público valenciano, que son 18.000 millones. Y ese día tiene que estar resuelto.

Usted llegó con Zaplana, siguió con Camps y Fabra y la deuda valenciana pasó de 6.000 a 40.000 millones. ¿Lo vio venir?

Puedo decirlo porque ya llevo muchos años aquí. He ido viendo lo que es evidente y lo que ha generado la deuda. Y es la disminución de los ingresos sin la correspondiente disminución de los gastos. Hubo un tiempo, cuando nadie hablaba de crisis, 2006 o 2007, en que empezamos a detectar una caída de ingresos y lo advertimos. En cambio no hubo descenso de los gastos. Ocurrió al revés. En ese momento en lugar de disminuir el gasto, lo que aumenta es la deuda. Y caída de ingresos y generación de deuda es lo que nos ha llevado a la situación actual.

También puso el dedo en la llaga de algunos casos de corrupción. ¿Nadie le hizo caso?

Tengo inventariados 32 casos de fraude que en estos momentos están en trámite judicial y en los que ha participado la Sindicatura. En todos los casos dijimos algo.

¿Y qué dijeron?

Pues tenga en cuenta que nadie sabía lo que iba a pasar después, pero en los informes dijimos lo que la ley nos obliga a decir porque es difícil en ocasiones delimitar la actividad fiscalizadora de la policial o judicial. En algunos casos era de forma muy evidente, en otros no tanto y en otros había que entender entre líneas lo que se quería decir.

Ponga ejemplos.

En el caso de Fitur, las contrataciones de la Agencia Valenciana de Turismo, por ejemplo. Dijimos que no se había justificado que no se licitara públicamente, ni se justificó el importe, ni se había aprobado un pliego de condiciones de acuerdo con la ley. El Valencia Summit, en Ciegsa, la visita del Papa, donde ya criticamos la subcontratación, que no estaba previsto en los pliegos. En estos casos hicimos una llamada de atención y nuestros informes están en el sumario, como ha pedido el juez. La actividad fiscalizadora acaba ahí y empieza la responsabilidad contable. Cuando acaba la fiscalizadora empieza la policial o la judicial. Por obligación legal si vemos una irregularidad acudimos al Tribunal de Cuentas y a la Fiscalía. En marzo de 2015 firmamos un convenio con la fiscalía del Tribunal de Cuentas y este año se han abierto 41 diligencias a la vista de nuestros informes.

Usted lo escribía en sus informes, pero la impunidad parecía absoluta. ¿Le resulta frustrante?

Sí, lo es. No me hicieron caso ni a mí ni a mis conclusiones. Fue así. No hay nada que decir? (silencio) Ni las consellerias ni las Cortes nos dijeron nada al respecto.

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