Instalados, por ahora, en la clandestinidad más absoluta y atenazado por el conflicto abierto con la elección de Gerardo Camps para repetir como aspirante al Congreso, el PP mantiene «ocultos» a sus candidatos en Alicante para las próximas elecciones generales. En medio del escándalo tras la decisión tomada en Madrid de imponer al exconseller de Hacienda, los populares han decidido por ahora evitar la aparición de sus aspirantes y esquivar, de esa manera, cualquier polémica. A última hora del miércoles, de hecho, registraron la candidatura en la Junta Electoral por sorpresa, en secreto y sin convocatoria, como suele ser habitual en las citas electorales. No entra ahora mismo en la estrategia de los populares, aducen, la exhibición ante los medios. Prefieren, dicen, tener a los candidatos repartidos por los pueblos y consideran el trámite como una cuestión puramente administrativa. Hasta las últimas elecciones municipales, sin embargo, los populares convocaban de forma pública para presentar todas sus candidaturas.

La validación legal de las listas del PP -con el ministro García Margallo de número uno al Congreso y Adela Pedrosa de cabeza de lista al Senado- se realizó con la presencia del apoderado legal y sin la «tradicional» foto de candidatos -todos o algunos- a las puertas de la Junta Electoral. Los populares, de esa manera, esquivaron la presencia de Gerardo Camps y también su complicada situación, pendiente no sólo de lo que ocurra en la investigación de la «Operación Taula» sino también de las facturas en restaurantes de lujo autorizadas durante su etapa en la conselleria de Hacienda entre 2007 y 2011, los peores años de la crisis. Los populares quieren una campaña de perfil bajo, sin grandes sobresaltos y centrada en los pequeños actos de calle.

Pero toda es estrategia la puede cambiar la presencia en las listas al Congreso de Gerardo Camps, uno de los principales colaboradores de Francisco Camps durante su etapa como jefe del Consell y una imposición de Génova para el 26-J contra el criterio de la dirección provincial que lidera José Císcar y de la cúpula regional encabezada por Isabel Bonig. Los cargos populares están convencidos de que a lo largo de los próximos días se destaparan nuevas revelaciones sobre la gestión del exconseller que, están convencidos, afectarán a la campaña del PP, convertida de esta manera en un campo minado. Un grave problema.

El número uno del PSPV al Congreso de los Diputados, Julián López Milla, afirmó que «un partido que presenta sus candidaturas a escondidas como ha hecho el PP, es un partido que no merece la confianza de la ciudadanía de la provincia de Alicante». «Tratan de evitar el encuentro entre las personas que figuran entre esas listas y los medios de comunicación, impidiendo que estos puedas preguntarles», dijo López Milla que retó a Margallo a fotografiarse con Gerardo Camps.