Génova tenía en sus manos la decisión y, finalmente, ese visto bueno para la continuidad de Gerardo Camps en un puesto de salida de la candidatura del PP por Alicante llegó desde Madrid. La cúpula nacional popular impuso que el exconseller de Hacienda durante la época de Francisco Camps opte a otro mandato de cuatro años en el escaño del Congreso frente al deseo que se había extendido entre los notables del PP de promover su relevo y a las advertencias de la dirección provincial, encargada de realizar la propuesta oficial. Entre los cargos populares se extendió el malestar ante una resolución, dicen, que supone un lastre para la campaña y que entrega más munición a la izquierda para mantener viva la llama de un mensaje que coloca al PP junto a la corrupción.

Gerardo Camps ya entró con «calzador» en la lista de los comicios del pasado 20 de diciembre, en la que ocupó el cuarto puesto. Fue el último escaño que resultó electo en esos comicios. Desde entonces, sin embargo, al hasta ahora diputado en el Congreso le estallaron dos bombas en sus manos: el sumario de la «Operación Taula», la última gran trama de corrupción que ha afectado al PP en la Comunidad; y el escándalo del casi medio millón de euros en facturas de restaurantes de lujo de Valencia que Gerardo Camps habría autorizado entre 2007 y 2011, años que corresponden a su última etapa en el Consell y en el momento más duro de la crisis económica. A sabiendas de que en las filas del PP de la Comunidad y de los populares alicantinos se había extendido una opinión que abogaba por su relevo, Gerardo Camps movió ficha para intentar asegurarse su continuidad en el escaño.

Tomó la palabra durante la Junta Directiva Regional y posteriormente en la reunión del máximo órgano provincial para defenderse y, al tiempo, anunciar querellas contra un diputado del PSPV -el parlamentario José Muñoz- y cargos de Compromís -la vicepresidenta Oltra- por atribuirle las facturas en restaurantes. Los gastos desvelados hasta ahora suman 553.000 euros y, en uno de los ejercicios, hay autorizadas más de 120 comidas. Con todo esto sobre la mesa y una vez que hoy mismo se inician los plazos para registrar oficialmente las candidaturas de cara a los comicios del 26J, la dirección provincial del PP, aunque es una opinión también compartida por la cúpula regional, mostró sus reticencias a la continuidad de Gerardo Camps, advirtió de que confirmarlo suponía un problema para una campaña electoral que es muy complicada y alertó de que pone en bandeja argumentos para que la izquierda despliegue su discurso.

Génova, sin embargo, desoyó las dudas de la cúpula provincial del PP y ordenó repetir de forma automática la propuesta de candidatura que, de esta manera, será igual en sus cinco primeros puestos con el ministro García Margallo al frente seguido de Loreto Cascales, Joaquín Albaladejo, el citado Gerardo Camps y la alcoyana Lola Alba. No quería Madrid abrir el melón generalizado de modificar listas pero, quizá, ha alimentado una espita que la izquierda aprovechará en campaña.