El Consell y la Diputación de Alicante no quieren ninguna batalla en torno al nuevo Plan de Empleo propuesto por el Ejecutivo de Ximo Puig. Así lo certificaron ayer los representantes de ambas instituciones, que se reunieron en Valencia con el resto de agentes implicados en una primera toma de contacto. Fuentes de la Diputación subrayaron, al término del encuentro, la «voluntad de colaborar» de todas las partes. «Nos dijeron que la Diputación de Alicante tendría que poner 1 millón de euros, aunque ahora nos han pedido 1,9 millones. Vamos a hacer todo lo posible para llegar a esa cifra», indicaron fuentes de Presidencia, que recalcaron que la cantidad solicitada por el Ejecutivo autonómico «no ha sido una imposición».

El Servef entregó ayer documentación referida al plan a las corporaciones provinciales para que la estudien y poner en marcha «cuanto antes» el plan de empleo, que estará dotado con 23 millones por parte de la Generalitat y 5 millones desde el conjunto de las diputaciones. Al contrario de lo que sucedió la legislatura pasada, los ayuntamientos de la Comunidad no aportarán ninguna cantidad. El plan prevé incidir en dos de los colectivos que más sufren el desempleo: los parados de larga duración y los jóvenes. Asimismo, según la Generalitat, se pretende buscar que los procedimientos para la contratación sean «ágiles y rápidos», y serán los propios municipios los que seleccionarán a las personas desempleadas aplicando criterios objetivos.

Por su parte, la directora general de Empleo, Rocío Briones, también destacó la voluntad de colaboración de las tres diputaciones -dos en manos del PP y la de Valencia dirigida por el PSOE- para poner en marcha el Plan de Empleo de los municipios propuesto por la Generalitat. «La ciudadanía espera de los responsables políticos entendimiento y colaboración en cuestiones esenciales, y la búsqueda de soluciones para atajar el paro lo es», señaló al respecto, según informó la Generalitat.