No hay dudas entre los notables del PP de que la decisión de Génova de imponer la continuidad de Gerardo Camps en la candidatura al Congreso por Alicante es una bomba de relojería. Dirigentes populares dan por hecho que antes de las elecciones saldrán nuevas revelaciones sobre la gestión del exconseller en Hacienda y temen que perjudique una campaña que, de acuerdo a la estrategia de los populares, debería transitar sin estridencias y con un perfil bajo para reforzar la posición del PP. La mayoría de los altos cargos de la formación, tanto en Alicante como en Valencia, están convencidos de que la presencia de Gerardo Camps en uno de los puestos de salida de la lista al Congreso sólo entrega más munición a la izquierda. Y todo ello en una Comunidad en la que los populares ponen en juego su hegemonía frente a la coalición Compromís-Podemos-EU y, a la vez, miden el impacto que les puede pasar la factura de la corrupción.
La presencia de Gerardo Camps ha abierto una brecha dentro del PP, donde crece el malestar. Una campaña que puede acabar convirtiéndose en un quebradero de cabeza. Génova no se ha atrevido a aceptar las sugerencias ni de Valencia ni de Alicante para propiciar el relevo. Y ahora los populares se asoman a una campaña que puede ir de sobresalto en sobresalto. A la evolución de la investigación en la «Operación Taula», en cuyo sumario aparece el exconseller; se añade, especialmente, el escándalo del más de medio millón de euros en facturas de restaurantes autorizadas por Gerardo Camps entre 2007 y 2011, la peor época de la crisis económica y la etapa en la que el aspirante a ocupar escaño en Madrid durante otros cuatro años ejercía como conseller de Hacienda de los gobiernos de Francisco Camps.
En la cúpula popular son conscientes de que, más allá del «caso Taula», es muy probable que, al final, se destapen más facturas de comidas autorizadas por Gerardo Camps con un impacto, si cabe, mucho mayor que el de las actuaciones judiciales. La cúpula popular de Alicante, encargada de remitir la propuesta a Génova, recibió con poco entusiasmo la «orden» de Madrid de repetir candidatura incluyendo a Gerardo Camps. Un botón de muestra. La nota oficial del PP se limitaba a informar de los nombres de la lista sin declaraciones de ningún miembro de la cúpula provincial elogiando su composición. Signo evidente de incomodidad que, de alguna manera, ratificó Isabel Bonig, líder regional del PP, en unas declaraciones en Castellón que cita Europa Press.
«Las listas se han elaborado siguiendo las órdenes de la dirección nacional del PP en Madrid de que no hubiera cambio», subrayó Bonig que, sobre el caso de Gerardo Camps insistió que se ha acatado la decisión de la dirección nacional de que no hubiera cambios. De momento, agregó la dirigente del PP de la Comunidad, Gerardo Camps «no está siendo investigado pero si van saliendo cosas tendrá que dar explicaciones» porque además, como adelantó este periódico, los candidatos ya firmaron en Alicante que si se produjese «una imputación por corrupción tienen que dejar el acta». Bonig apuntó que exigirán a todos los diputados y senadores que «estén a pie de calle» porque «la época de escaquearse y no estar pendientes de lo que ocurre y de los simpatizantes se ha acabado». «Vamos a pedirles a nuestros cargos públicos que estén explicando lo que hemos hecho en el Gobierno y lo que queremos hacer, porque hay que estar pendientes de la gente y no del partido», añadió Bonig.
