El PP continúa sin despejar la incógnita. Los populares alicantinos celebraron ayer un acto sobre políticas sociales en su sede provincial, pero no hicieron ni una sola mención a la situación de Gerardo Camps. El exconseller de Hacienda, presente ayer en la jornada, todavía no sabe si repetirá en la candidatura de su partido para el próximo 26-J. En los comicios de diciembre figuró como número cuatro y consiguió un escaño en el Congreso. Pero ahora, su situación es distinta. En las últimas semanas han salido a la luz las copiosas comidas que cargó al erario público en plena crisis cuando formaba parte del Consell y su inclusión en la candidatura está hoy por hoy en el aire. Así lo admiten, de puertas hacia fuera, destacados dirigentes del partido.

Ayer, sin embargo, nadie quiso valorar en público su futuro. Ni el propio Camps, al que este diario intentó entrevistar sin éxito; ni la presidenta regional del partido, Isabel Bonig; ni el líder del PP en la provincia de Alicante, José Císcar. Los tres acudieron ayer al acto sobre políticas sociales, pero declinaron hablar. El primero alegó que ya ofreció las explicaciones pertinentes en la rueda de prensa que ofreció este viernes en Valencia, mientras que el propio PP vetó ayer cualquier tipo de preguntas a Bonig y Císcar. «Lo importante hoy (por ayer) ha sido la jornada», apuntaron.

En ella, ambos cargaron contra el Consell de Puig y Oltra. «Tienen los dos instrumentos más poderosos del Gobierno: el Diario Oficial y la caja de la tesorería; y gobernar es priorizar. Si lo prioritario son las personas que quiten la Conselleria de Transparencia, asesores y agencias», dijo Bonig, a la par que arremetió contra la coalición de Compromís, Podemos y EU: «Son el comunismo más rancio y sectario con una nueva máscara».