A pocas horas de que se cierre el plazo legal para registrar coaliciones electorales, Compromís y Podemos siguen sin desbloquear el acuerdo para sumar a EU a la lista de izquierdas y valencianista en la Comunidad. Anoche al cierre de la edición, las tres formaciones tenían cerrado un compromiso programático pero se encallaron a la hora de abordar un reparto de las listas que se reduce a un único movimiento: colocar a un candidato de EU -casi con total seguridad Ricardo Sixto- en un puesto de salida de la lista de Valencia. La formación de Alberto Garzón reclama el número cuatro por Valencia, lo que relegaría a Rosana Pastor, independiente y uno de los «fichajes» estrella de la candidatura; además del cuarto lugar de la lista de Alicante, un puesto de crecimiento -en diciembre la coalición logró tres escaños- que en la cita de diciembre fue ocupado por Compromís.

La formación morada, sin embargo, sólo concede a EU el número seis de la lista de Valencia, un lugar de sufridor que quedaría pendiente de una mejoría electoral de la coalición de izquierdas. Compromís entiende, en cualquier caso, que las cesiones a EU las debe realizar Podemos en función del acuerdo entre ambos partidos en el resto de España. Con ese escenario, la coalición de Alberto Garzón no se garantizaría un escaño por la Comunidad. EU se quedó fuera de las Cortes Valencianas en mayo y, posteriormente, sin escaño en el Congreso en diciembre a pesar de que consiguió reunir nada menos que 111.000 votos. Disponer de una voz en Madrid le daría aire a EU para intentar reorganizarse de cara a los comicios de 2019.

Con esta tesitura, Esquerra Unida abandonó ayer la mesa negociadora al sentirse «humillada» tras la propuesta planteada de forma «cerrada» por estas dos formaciones políticas que, para EU, supone «una falta de respeto». La coalición de izquierdas pidió a sus dos posibles socios que «reconsideren la propuesta» para hacer una que sea «razonable» y que «no nos humille». Los contactos se retomarán hoy mismo a partir de las nueve de la mañana con la intención de concretar la alianza antes de la medianoche cuando expira el plazo de presentación del acta notarial ante la Junta Electoral. Está pendiente, entre otras cosas, el nombre que pueda tener la alianza. Una marca paragüas diferente a la del resto de España para evitar la sopa de siglas. EU, incluso, ha llegado a amenazar con presentarse en solitario en la Comunidad, algo que puede hacer en tanto que tiene independencia jurídica respecto de Izquierda Unida. Al cierre de la edición, sin embargo, todos estaban convencidos de que se llegará a una entente «in extremis».

De hecho, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, reconoció, en declaraciones que cita la agencia Europa Press, las dificultades y apuntó que su formación está haciendo «todo lo posible» en la Comunidad para sumar a Esquerra Unida a la confluencia con Compromís. «Espero que en las próximas horas se desbloquee la situación y puedan dar cabida a IU también allí», aseguró Echenique en rueda de prensa en Madrid, en la que ha restado importancia a las críticas que se han lanzado desde algunos sectores de la formación de Alberto Garzón, que consideran injusto el reparto de puestos en las candidaturas conjuntas acordado por las dos formaciones. Así, Echenique aseguró que aunque «siempre puede haber pequeños roces» teniendo en cuenta que son dos organizaciones diferentes, ambas fuerzas tienen la convicción de que están ante «un momento histórico». «Eso se sobrepone a cualquier pequeña diferencia que pueda haber. Yo no anticipo un nivel de conflictos importante sino todo lo contrario: buenas relaciones en los territorios para que podamos tener una buena campaña y superar al PP», apostilló. Después del éxito cosechado en diciembre, la coalición formada por Compromís, Podemos y EU abrió negociaciones con el objetivo, tras el sorpasso a los socialistas, de intentar superar ahora al PP.