Antiguos altos cargos de la Generalitat Valenciana que tuvieron conocimiento de la contratación del Instituto Nóos han desmentido al exconseller de Economía Gerardo Camps al atribuirle la decisión de encargar los foros Valencia Summit a la asociación que presidía Iñaki Urdangarin.

En su declaración como testigo el pasado 8 de marzo, Camps aseguró que no tuvo ninguna participación en la decisión de contratar a Nóos. «No tenía contacto alguno con el Instituto Nóos, ni con nadie del Instituto Nóos ni lo he tenido nunca», afirmó el exconseller.

Sin embargo, la exasesora de la Secretaría Autonómica de Eventos y Proyectos, Amparo Castellano, manifestó ayer en el juicio ante la Audiencia de Palma que en su departamento, dependiente de Economía, «no se movía un dedo sin que lo supera el conseller». Castellano relató que en 2004 asistió a una reunión en la que Urdangarin dio a conocer el proyecto de Valencia Summit al secretario autonómico de Eventos y Proyectos, Luis Lobón, que actuaba por indicación de Camps, como él mismo declaró en su comparecencia en el juicio como acusado el pasado 17 de febrero.

Supervisión

Posteriormente testificó Nicolás Figueras, asesor del Comisionado para la Copa América, quien insistió en que su función se limitaba a la supervisión del Valencia Summit, pero que la decisión de la contratación provenía del entonces conseller de Economía. Así lo puso de manifiesto durante la declaración como testigo, en la que le fue exhibido un correo de septiembre de 2005, en el que trasladaba órdenes directas a la responsable de gabinete del director general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) Carmen Descals, procedentes de Camps. En concreto, en el email Figueras señalaba: «Carmen, las directrices del conseller fueron claras, hacer lo que haga el Ayuntamiento, por lo que si hay que incluir el tope de suplidos se incluyen».

Las tres ediciones del Valencia Summit llevaron al Instituto Nóos a percibir más de tres millones de euros entre 2004 y 2006.