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Gerardo Camps se defiende ante la cúpula del PP por el gasto en comidas y pide repetir en las listas

El diputado negó las facturas en restaurantes y solicitó la confianza de los notables populares

El exconseller Gerardo Camps, a su llegada ayer a la Junta Directiva Regional del PP FERNANDO BUSTAMANTE

Gerardo Camps se plantó ayer ante los notables del PP para intentar salvar su posición en la lista al Congreso por Alicante de cara a las próximas elecciones generales. Golpeado por la «Operación Taula», apuntillado por las revelaciones sobre las facturas en restaurantes durante su etapa en el Consell y a menos de una semana de que se decidan las listas, el que fuera conseller de Hacienda con Francisco Camps tomó la palabra en una Junta Directiva Regional, en principio, casi de trámite y destinada a ratificar al comité de campaña para los comicios del 26-J. Pero Gerardo Camps le puso la sal y la pimienta. Lo hizo con un objetivo claro que a nadie se le escapó: defenderse de los ataques y ganar tiempo para volver a situarse en la candidatura del PP por Alicante. Una continuidad que, en estos momentos, ponen en duda los cargos populares a la espera de la resolución final que tomen en Génova.

En los comicios de diciembre, como se recordará, ocupó el cuarto puesto de la lista y fue el último parlamentario popular elegido. Ahora trata de mantenerse a flote a sabiendas de que, al margen del rechazo que genera su continuidad entre los notables del PP, tiene algo a favor: las reticencias de Madrid a abrir el melón de los cambios y que eso le obligue a tener que mover otras fichas. Gerardo Camps lo sabe. Y lanzó una intervención directa al «corazoncito» de la tropa popular. Anunció querellas contra el diputado socialista José Muñoz -ya está incluso presentada y pendiente del acto de conciliación- por denunciar facturas en restaurantes por 553.000 euros que habrían sido autorizadas por el conseller entre 2007 y 2011, los peores años de la crisis. Y otra contra la vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, -hoy por hoy el principal blanco de todos los ataques del PP- por las declaraciones del pasado viernes en las que anunciaba su intención de llevar todos esos gastos a la Fiscalía.

La intervención de Gerardo Camps, de unos diez minutos y poco habitual en reuniones que suelen ser de guante blanco, rechazó de plano que se le pueda atribuir todo ese gasto de comidas denunciado por los socialistas -en público habló de un «montaje»- y, de alguna manera, solicitó la confianza de la cúpula del PP. Aunque en ningún momento habló de forma expresa de su continuidad en las listas populares al Congreso, todos los notables de la formación captaron al dedillo el gesto y el mensaje que lanzó Gerardo Camps, un excelente orador. Consideró que la actuación de los socialistas y de Compromís supone una «persecución» tanto a la formación como a su persona y pidió apoyo de la misma manera, vino a decir el exconseller, que siempre él se mostró leal con los cargos populares en otros momentos de dificultad.

No hubo respuesta de la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, ni tampoco de otros miembros de la Junta Directiva. Hubo, eso sí, aplausos para la intervención del exconseller de Hacienda y aspirante a repetir en la candidatura provincial al Congreso. La resolución se conocerá, como máximo, durante la próxima semana. La dirección provincial del PP tiene previsto elevar la decisión a Génova sobre Gerardo Camps para que tome la decisión final. Ahora en Madrid tienen la palabra.

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