Las maniobras de Fernando Sepulcre en la Diputación han terminado por avivar la guerra interna en Ciudadanos por el nombramiento del próximo gerente del Patronato de Turismo. Un puesto que actualmente está cubierto de forma interina y provisional pero que, de acuerdo al pacto que sirvió para aupar a César Sánchez a la presidencia, debe estar ocupado por un cargo a propuesta de la formación de Albert Rivera. Desde el PP y también cargos de C's interpretan los bandazos estratégicos de Sepulcre -el último en el pleno del jueves para «salvar» una inversión de dos millones en el pueblo del que es alcalde el presidente de la Diputación- como un movimiento para condicionar la designación del máximo gestor del Patronato Provincial de Turismo, concurso que los populares paralizarán hasta que se resuelva la bronca interna en C's.
Aunque Sepulcre rechazó estar ejerciendo presión sobre este asunto, sí reconoció el diputado provincial a este periódico que su candidato para ocupar el mando del Patronato de Turismo es el que hasta ahora fuera director general de IFA, Antonio Galvañ. «Prefiero un profesional», apuntó el representante de Ciudadanos que, a la vez, se defendió: «Todos mis viajes institucionales están justificados». La dirección de la formación, sin embargo y como apuntaron las fuentes consultadas, rechaza de plano la candidatura de Galvañ. Lo sitúan en el epicentro de la gestión que ha llevado a la ruina económica a la Institución Ferial Alicantina y consideran que ofrecería una mala imagen. La apuesta de la dirección de Ciudadanos para hacerse con la gerencia del Patronato de Turismo, confirmaron fuentes del alto mando regional, sigue siendo Belén González, exedil alicantina del PP.
A la espera de que se resuelva ese pulso, el presidente de la Diputación, César Sánchez, evitará convocar el procedimiento de nombramiento -un concurso de méritos- hasta que no se resuelva la pugna dentro de Ciudadanos. El PP prefiere alargar esa interinidad. Es público y notorio que Fernando Sepulcre no mantiene una relación fluida con la cúpula de Ciudadanos. Al diputado provincial, con un voto decisivo en el hemiciclo para dar y quitar mayorías, no le agrada el trato que le concede Ciudadanos -formación a la que llegó procedente de UPyD- en tanto que ha sido apartado de cualquier responsabilidad orgánica después de llegar de rebote al escaño en la Diputación y como una segunda opción. Las últimas actuaciones de Sepulcre están generando malestar dentro de Ciudadanos, en tanto que, señalan fuentes regionales, generan un problema de descontrol en una provincia donde, aseguran los de Albert Rivera, tienen todavía margen de crecimiento frente a la debilidad que arrastra el PP.
El coordinador provincial de Ciudadanos, Emigdio Tormó, aseguró que su relación con Sepulcre es fluida. Apuntó que, dentro de la gestión diaria de la Diputación, hay cosas de «trámite y de gestión» que el diputado debe manejar como crea pero otras, a su vez, que «trascienden» por su importancia. «Los acuerdos -apuntó Tormo sobre los cambios repentinos de criterio- están para mantenerse. Incumplirlos supone que dejen de confiar en ti. Y eso no aporta nada bueno», señaló antes de evidenciar su postura sobre los polémicos viajes institucionales del diputado Fernando Sepulcre. «Yo no hubiera ido», concluyó Tormo.
