El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ironizó ayer sobre la visita del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a Alicante, que espera que «no se le ocurra echar flores a ningún político valenciano, porque cada vez que se las echa a uno termina en la cárcel». En una entrevista en Cuatro, recogida por Europa Press, García-Page destacó que es «evidente» que los casos de corrupción del PP son «sistémicos» y que, por ello, sería de «sentido común» que «alguien» diese explicaciones al respecto.

Así pues, apostillaba que «cualquier político en Europa o en el mundo» que hubiese estado en la misma situación que Rajoy -ya que, según él, Rajoy y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, están enterados de «todo lo que está pasando»-, «habrían asumido responsabilidades». En este sentido, criticabaque los «populares» le «echan mucha cara» a este asunto y lamentaba que utilicen al PSOE en sus argumentos para «ocultar sus problemas» con la intención de «apuntalar a los votantes fieles» del PP para que les sigan votando.

También tuvo una crítica para la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos, quien acusó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de intentar «salvar su culo». Según García-Page, Villalobos es «de esas personas que están en la fauna política española que se ven obligados a decir una tontería o una absurdez para salir en los telediarios». Al respecto, subrayó que le parece «lamentable» que los populares «quieran echar la culpa al único» que ha intentado desbloquear la situación y ha «dado la cara hasta ahora».